De Lima a Limón

Crítica – cítrica


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L´ARRUZ, arrocería de menú del día en Madrid.

Mira que hemos visitado sitios ya y todavía no hemos caído en una arrocería. Hoy ha llegado el día. Vamos a un restaurante que está cerquita de Cuzco aunque están más expandidos que los romanos en los buenos tiempos, tienen sede en Alicante, Albacete, Bilbao, Burgos, Madrid y Palma de Mallorca. De hecho, en Madrid tienen dos.

El sitio es enorme, tiene un montón de mesas e incluso terraza. Casi siempre está lleno, eso os da una buena señal de que la cosa va bien. Entre semana tienen menú del día, cuesta 16 euros, que es más de lo que estamos acostumbrados a pagar por un menú, pero si pensamos que que viene con un buen arrocico el precio se vuelve mucho más razonable.

Larruz

El menú es siempre el mismo, pero tiene tantos platos que podrías comer todos los días seguidos durante un mes y no repetir primero. Para que os hagáis una idea tienen ensaladas (de tomate Kumato, de queso fresco, de endivias), tomates en formato timbal (Que es la forma de moda de presentarlo bonito y gastar la mitad del tomate), gazpacho, espinacas a la catalana, ensaladilla y saquitos de marisco, involtini de berenjenas, foie a la plancha, bla, bla, bla.

Nosotros pedimos unas croquetas caseras de jamón ibérico y alioli que estaban super ricas y cremosas y una Coca con Escalivada de Pimiento Rojo, Cebolla, Atún y huevo cocido que os recomiendo encarecidísimamente que pidáis. Si le preguntáis a mi lorza os dirá que le sobraba un poco de aceite pero, la verdad es que estaba super, super, super rica!

De segundos la oferta tampoco se queda corta, hay hambuguesa total con los productos estrella de la temporada (cebolla caramelizada y foie) A lo loco!, chipirones, lomo de bacalao con reducción de Pedro Ximénez (otro clásico limonero), carrillera y callos a la madrileña y luego… los arroces.

Para pedir arroz hay que ser como mínimo dos, no es un plato para comer en soledad, todos los días hay arroz a banda y por 10 euros más con bogavante, y luego cada día tienen una especialidad, los lunes de pollo y verdura, miércoles de la huerta, viernes con gamba roja y verduras… y el jueves (y era jueves) con boletus. Así que no nos lo pensamos más, arrosico de boletus. Viene en su paella y os garantizo que está muy, muy rico. Y es más que abundante.

Los postres también son apetitosos, sobre todo las láminas de kiwi con caramelo y el helado de leche merengada con canela que te ponen una bola del tamaño de las del Atomium, pero está tan rico que te comerías dos.

En resumen, un local agradable, un precio razonable en una zona donde no abunda, una comida muy rica, unos camareros majos y un arroz rico se lleva una lima y media bien gordota.

 

http://www.larruzz.com/

Dirección: Calle del General Yagüe, 6, 28020 Madrid
Teléfono:915 97 11 31
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LA SOPA BOBA… un restaurante exótico en Alpedrete.

Es inevitable, un restaurante cuyo cocinero se llama Fernando Limón merece una visita de los limoneros. El sitio en cuestión es la Sopa Boba y está en Alpedrete. El local es nuevo, amplio, luminoso, modernote y muy bien decorado. El suelo es lo más curioso de todo, es de cemento (pulido a mano) con cosas incrustadas, por cosas entendemos piedras, cubiertos, un marco de fotos incluso cuenta la leyenda que hasta tiene un iphone. La verdad es que el teléfono no llegamos a verlo pero los cubiertos sí, así que todo es posible.

La carta es amplia, con muchos primeros marinos y segundo carnívoros de lo más exóticos, del pato a la avestruz pasando por el canguro y el antílope. Es el propio Fernando Limón el que te toma nota de la comanda, tras negociar con él sobre cuáles serían los mejores entrantes logramos un menú que fue de consenso.

La Sopa Boba

Empezamos por unas sardinas ahumadas marinadas con guacamole, si aún no habéis probado las sardinas ahumadas anotadlo en vuestra lista de sabores pendientes… quizá le acabéis poniendo los cuernos al salmón ahumado, seguimos con un salmón marinado al café servido en una cafetera, muy vistoso con semillas de sésamo y un suavecísimo aroma a café. La presentación de estos dos platos fue espectacular! Después vinieron unas croquetas de chipirón rebozadas con panko muy ricas pero un punto sosas.

Por último comimos un tartar de bonito que merece mención aparte. El tartar en sí estaba muy rico, la presentación imitando a una rodaja de salmón era vistosa y la combinación con el helado de jengibre era perfecta y luego venía todo lo demás… un palo de jengibre, sésamo de wasabi, polvo de aceite… más que un acompañamiento parecían los ingredientes de una poción mágica y, aunque no le hacían mal, la verdad es que con un poquito más de helado hubieran resuelto fenomenalmente la faena.

De segundo cada uno elegimos un plato, mis vieiras envueltas en panceta estaban muy buenas pero cuatro como principal se quedaba un poco corto (y eso que preguntamos), el acompañamiento de la soja y las algas he de confesar que no me gustó demasiado. El ciervo con ciruelas claudias era demasiado dulce, aunque no estaba mal. El secreto ibérico paradójicamente no tenía secreto… unos segundos que no estaban a la altura de los primeros, ni en presentación ni en sabores.

La carta de postres era inmensa, unos 25 postres diferentes a 4€ cada uno y, aprovechando que éramos 10 y golosos, cometimos una excentricidad y, prácticamente, los acabamos probando todos. Entre los más sorprendentes un postre hecho con lentejas y fruta de la pasión muy rico y un helado de torta del casar al que solo le faltaba venir acompañado de un poco de pan tostado. Sobre el postre de carajillo hubo discrepancias, personalmente me horrorizó pero… para gustos se han hecho los postres. La nota de humor la aportaba el Froilán, un Frigopié casero con un agujero, más ingenioso que rico.

Postres la sopa boba

Todo esto, cerveza japonesa (que es la única que tenían), una botella de vino casi más peculiar que el dueño (“El gitano pelirrojo esperando solo en la sala de urgencias”), pan, agua y cafés incluidos, por 40 euros por persona, lo que lo convierte en una opción algo exótica por un precio asequible. Todo estaba rico, pero era muy irregular, había cosas espectaculares y otras que las podrían haber hecho en un menú del día cualquiera; lo mismo con la presentación. Eso les da una lima y media y medio limón.

Lo peor fue enterarnos unos días después por unos amigos que preparan unos Gin Tonics de ginebra artesana de concurso. Ni lo habíamos visto en la página web, ni estaba destacado en la carta, ni nos lo ofrecieron al terminar de comer… y como adivinos nos salimos, pues, nos queda para la próxima.

Si estáis por la Sierra y buscáis donde celebrar una ocasión especial es una muy buena opción pero, la verdad es que por ese precio sin salir de la ciudad hay opciones bastante más resultonas.

http://restaurantelasopaboba.com/

LA SOPA BOBA: Travesía de Guadarrama 4/6, Alpedrete.


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EL MOLLETE…una taberna para volver y volver (Madrid)

Cantaba Gardel que 20 años no eran nada  así que los 30 que lleva abierta esta taberna tampoco deben ser mucho. En todo caso, sí da para volver y para convertirse en uno de mis lugares favoritos de Madrid. Del Mollete cuentan que fue una carbonería del siglo XVIII que perteneció al Marqués de Florida, por aquellos tiempos fue testigo de todo tipo de conspiraciones, contubernios y, sobre todo partidas de mus… Hoy tienen una de las mejores cocinas de la ciudad.

La taberna es mínima, mejor reservar y si se puede, ir pronto. Da igual el día de la semana, el mes… aquí ambiente nunca falta. De hecho ese es uno de los pequeños problemas que tiene este lugar… íntimo, lo que se dice íntimo, no es. Las mesas están bastante juntas y el espacio es reducidillo. Las paredes están llenas de fotos de Tomás (el dueño), muchas veces la cocinera y una retahíla de famosos que van desde Amenabar a  Francis Ford Cóppola. Si tienes un punto mitómano, este lugar te va a encantar.

A nosotros, los limoneros, lo que realmente nos encantan son sus platos. Entre semana tienen menú del día, unos 11 euros, platos ricos, hechos con cariño y con muy buenas materias primas pero si podemos elegir… mejor quedarse con la carta y con las especialidades del día.

Las croquetas de gorgonzola son maravillosas y los saquitos de queso de cabra ni os cuento… Pero hay algo que tengo que comer cada vez que voy por allí el atún rojo con salsa de soja y puerro frito, siempre consiguen que esté en su punto, el puerro crujiente que le ponen por arriba deberían venderlo en bolsas y desbancaría a los chaskis y las espinacas de la base son deliciosas. Vamos, que tenéis que comerlo.

El día que fuimos a comer tenían de especialidad risotto de setas y gambas buenísimo, con un arroz tierno pero al dente y con un sabor a queso inconfundible y un solomillo de ciervo con salsa de frutos rojos buenísimo, tierno, rico, perfecto… pero, he de confesar, que con un sabor muy fuerte para mi gusto.

Dejad algo de hueco para el postre, la tarta de queso (individual) que hacen es de lo mejor que he probado nunca. Las natillas que le ponen de acompañante le restan más de lo que le suman pero es, simplemente, porque es inmejorable.

En definitiva, el trato es maravilloso, el local está lleno de encanto, la comida es deliciosa y diferente y los precios rondan los 15€ por persona picoteando suficiente y compartiendo postre. En pleno centro, escondido pero perfecto para encontrarse dos limas que se van para el Mollete.

http://www.tabernaelmollete.com

C/ La Bola  4, Madrid.