De Lima a Limón

Crítica – cítrica


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ALFREDO´S BARBACOA… Hamburguers born in the USA. (Madrid)

Antes de arrancar, pongamos música para ambientarnos… porque si algo tiene el Alfredo´s es ambiente! Quizá sea por los rodeos que ponen en la tele del local en modo bucle, quizá por las banderas que forran las paredes, quizá por los camareros a los que sólo les falta ir con Harley entre las mesas… pero lo que sí tengo claro es que a mí la hamburguesa me supo a Bruce Springsteen… y a Born in the USA.

Alfredo´s es un clásico hamburguesero de Madrid. El primer local (tienen tres) lo abrió un Neoyorkino en 1981, en una España escasa de influencias gastronómicas internacionales y triunfó como la Cocacola. A día de hoy, más de treinta años después, sus tres locales siguen siempre llenos a rebosar. No os dejéis engañar por los manteles de papel… esta gente puede llegar a tener más lista de espera que el propio Kabuki.

Supongo que en esto del éxito el ambiente de los locales hace, mola sentirse como Enric González en cualquiera de sus historias de Nueva York, esas en las que nos habla de los Steak Houses (esteic que no stic) y de como las vacas americanas saben especial porque por motivos políticos se alimentan de grano y no de pasto…  pero la verdad, es que el secreto está en la carne. Al Alfredo´s se va a comer carne… y es deliciosa.

Alfredos

La carta es ultracorta y, parece ser, que no ha variado en los últimos treinta años. Yo me lo creo, hay claves esenciales, permanecen inmunes a la cebolla frita (Que no a los ricos y grasosos aros de cebolla), a la cebolla caramelizada (que no a la clásica cebolla a la brasa) y sobre todo, al queso de cabra. Muchas veces es cierto eso que dicen de renovarse o morir, pero de vez en cuando, encontrar un local ajeno a las modas te reconcilia con los clásicos.

En nuestra visita probamos la ensalada de col, no suelo ser muy fan, pero si está en todas las mesas igual es por algo y como media ración cuesta 2,75 euros, no íbamos a quedarnos con las ganas. La cuestión es que sorprende, tiene una salsa dulzona que hace que no sólo se coma sino que esté riquísima. Por aquello de engañar un poco más el estómago nos pedimos otra media de chile con carne (3,50€), conocí este manjar en Rota y nunca, nunca, nunca, me separaré de él. No estaba como el casero, pero para quitar el antojo y el frío que ahora empieza a atacarnos, bien vale.

Y llegamos a las hamburguesas…  Las tienes en tamaño pequeño (de 160 g.) y grandote (250 g.) que además de la carne de cebón y las patatas fritas, trae ensalada de col. Como ya veníamos ensalados del primero, optamos por dos pequeñas, no temáis, son bastante consistentes. Pedimos una con salsa barbacoa, bacon y queso y otra con queso philadelphia y cebolla a la brasa (7,25€) , las dos poco hechas y cumplieron.

La salsa barbacoa es casera y está de morirse y en el bolón de queso philadelphia no escatimaron. La carne está recién bajada de los cielos y ahora… llegan los limones. El pan de la hamburguesa es bimbo sin más, y cuando digo sin más… es sin más, ni un mínimo tostadito, la cebolla era tan dura y venía tan poco braseada que me la estuve comiendo hasta el desayuno del día siguiente y el mayor pecado mortal de todos… horrendas patatas congeladas.

De postre pedimos una cookie con helado de vainilla, es tamaño americano, o Triki, vamos, gigante pero no nos gustó nada… en vez de ser crujiente era esponjosa y entre eso, y la esencia de limón aquello sabía a magdalena de la Bella Easo. Horreur, horreur.

En resumen, el local es la caña, el servicio es tan rápido que a veces roza el borderío, pero la verdad es que conjuga bien con el local, la carne de las hamburguesas es lo mejor que los limoneros hemos probado en años y eso les da dos limas. El resto… se ganan un limón a pulso. Eso sí, aún con todos los limones que queramos, no me da llegado el momento de volver.

http://www.alfredos-barbacoa.es/

Dirección: Calle Juan Hurtado de Mendoza, 11 Madrid
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PATOURO… el nuevo lugar de moda en Bouzas. (Vigo)

Que Vigo está en plena eclosión gastronómica es un hecho. Raro es el mes que no abre algún local nuevo con cartas cada vez más originales, más trabajadas, con mejor servicio y con una decoración más y más chula. Además se está expandiendo por toda la ciudad, la marea gastronómica parte del Casco Vello pero llega de este a oeste, incluso a uno de los barrios marineros con más entidad e historia de la ciudad, la Villa de Bouzas.

Decir Bouzas no es decir cualquier cosa, no se trata sólo de uno de los barrios más de moda de Vigo, se trata de una Villa que fue Concello independiente hasta el siglo XX, con su propia fiesta de Reconquista de los franceses (La Brincadeira) y con ciudadanos propios… si nos apuráis diremos que existe el carnet de Boucense y no se concede así como así. Viene a ser como el título de gato madrileño, un orgullo de pureza al alcance de muy pocos. En este  barrio y una vez al año se puede disfrutar de los mejores fuegos artificiales del mundo, los fuegos de Bouzas en las fiestas del Cristo de los Aflingidos.

Es el lugar perfecto para el aperitivo del domingo, pasear por el mercadillo que se organiza, soltar a las pequeñas fieras por la Alameda o el paseo marítimo. Y ya si queréis cerrar un plan de domingo de lo más auténtico igual tenéis suerte y juega el equipo local, el Rápido de Bouzas, el club de fútbol favorito de Ivan Ferreiro.

Cuestiones culturales al margen hoy os hablamos de uno de los nuevos locales que han abierto, el Patouro. Un restaurante que destaca muy mucho en el paraíso del chincho y la ración de pulpo. Super bien decorado, con sus taburetes incómodos, (seamos sinceros, no hay local molón que se precie que no tenga unos taburetes incómodos), buen ambiente, siempre lleno y con unos camareros encantadores.

La carta es mínima y muy de mercado, si es que no hace falta más. Empezamos con una ración de empanada del día (6,20€) nos tocó de calamares, reconoceré que no es mi favorita pero estaba tan bien hecha que incluso siendo «de rabos» me encantó. Venía cortada en dos triángulos, cual sandwich de nocilla, la masa era crujiente y finita y la cebolla estaba super pochada. Lo único malo que tenía era el precio.

Patouro

Después probamos los Langostinos con millo, no eres nadie si no tienes unos langostinos fritos en tu carta, la verdad es que la materia prima era muy buena pero no terminaban de estar ricos, les faltaba salsurria que les salvase de lo secos que estaban. Y las navajas a la brasa, no hagáis como yo y vayáis en la misma semana que habéis ido al StreetXo, no son comparables a sus navajas al humo, pero son muy buenas, no para llorar… pero muy buenas.

En plan un poco más serio probamos el Lomo de vaca (9,90€) tuvimos mala suerte y vino un poquito frío pero era delicioso, jugoso, sabroso y sí… un poco escaso. Tanto que acabamos pidiendo la hamburguesa de vaca, bien hecha, con pan de verdad y tomate seco. De postre probamos el cuscús de mandioca. Simple y buenísimo… Los postres con leche condensada tienen estas cosas… que triunfan.

El servicio fue de diez, cuando terminamos en cocinero (que había pasado por el Culler de Pau) se sentó con nosotros y hablamos de qué nos había parecido la comida, nos explicó qué había pasado con la carne de vaca, le convencimos de que para la próxima trocease un poco más el tomate seco para evitar que se viniera todo en el primer mordisco, encantador. La presentación de los platos era fantástica, las raciones no demasiado abundantes y los precios un poco subidos… cenamos con cerveza y la cuenta rozó los 35 euros por cabeza. Por saber diferenciarse, tener calidad y apostar por el futuro le damos dos limas, por el precio se llevan medio limón.

 

Plaza M. Diego Santos, 17. Bouzas, Vigo.

Teléfono 886113042.


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BUENAS Y SANTAS… cosas ricas en Arganzuela. (Madrid)

Nuestra entrada de la semana se la dedicamos a un restaurante de comida argentina con un punto diferente. Acaban de abrir su segunda sucursal.. eso quiere decir que les va bastante bien, y la verdad es que se lo merecen. Se trata del Buenas y Santas, uno de ellos, el primero, está en Arganzuela, muy cerquita de Madrid Río y el otro en la calle San Bernardo.

La carta va desde las quiches y las empanadas (empanadillas para el mundo gallego), pastas, pizzas y hamburguesas, un poco de carne, un mucho de dulce y todo con un buen toque. Entre semana tienen menú del día, por 10,80 euros y lo puedes consultar en su web. Lo cambian todas las semanas. Como ejemplo, esta semana tienen:

ENTRANTES
* Crema fría de puerro y menta
* Ensalada de pasta con gambas
* Pimientos asados con patatas panadera

SEGUNDOS
* Berenjenas gratinadas con alioli
* Jamoncitos de pollo laqueado
* Carne estilo Argentino con patatas
* 2 empanadillas argentinas
Carne / Pollo / Queso y cebolla / Verdura
* Porción de quiche
Champiñones con jamón / Pollo y queso azul / Mozzarella, tomate y albahaca / Vegetales al grill

+ 3,90 euros cambia el segundo por cualquier hamburguesa o entrepan de la carta

Los locales son bonitos, diáfanos y muy luminosos. De estos sitios que por un lado inspiran paz y por otro hacen que la comida esté el doble de rica.

El menú que os tocó a nosotros tenía de primero unas ensaladas con vegetales al gril que no probamos, un hojaldre de 4 quesos que sonaba a más de lo mismo pero estaba BUENÍSIMO!!!!, y una sopa fría de puerro y manzana ligera, no empalagosa (que todos sabemos que es lo mejor que podemos decir de una sopa fría) y muy rica.

De segundos probamos la Lasaña de Verduras, que sólo tenía verduras ni pasta ni ná, Que estaba muy rica aunque para mi gusto le sobraba un poco el pimiento y un fish and chips de merluza bien bueno. Esto de que en la era de la parca/penca/perca te pongan merluza… merece un aplauso.

Como nota graciosa está que nos tocó uno de los actores de Aida al lado, quien, a su vez, estaba sentado en la cristalera, lo más simpático era ver como la gente pegaba la nariz al cristal mientras se preguntaba… es él? Si es él.. no… no puede ser él. Alguno incluso llegó a entrar para pedirle un autógrafo mientas el muchacho intentaba tragar el bocado de pollo.

El sitio vale la pena, el menú está bien de precio y la comida está muy rica, fresca y con un toque diferente. La gente es amable… Quizá sea mucho, pero la lima y media se me quedó corta, así que se llevan dos limazas.

 

Dirección: Calle de Bolívar, 9, 28045 Madrid
Teléfono:915 06 06 47

 


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Kilómetros de Pizza… y testosterona. (Madrid)

Optar por un restaurante en Madrid que se llama Kilómetros de pizza y que su marketing y estética se acerca más al de Pizza Jardín que al de una trattoría italiana puede parecer en principio un ejercicio de testosterona en el que lo primordial es el tamaño.

A pesar de constantes mensajes provocativos tipo “¿cuántos kilómetros te puedes comer?” o “para quien se atreva”, o de tener en una pantalla en el restaurante (y en su web) un contador de kilómetros de pizza servida (según nuestros cálculos en estos instantes equivalen a 45.253 pizzas en unos tres años), el principal atractivo de este restaurante es la calidad de su masa, pura alta cocina. Como aquellos de «El secreto está en la masa» pero en bien.

Las pizzas tienen un montón de sabores «exóticos”, pero lo mejor  es la masa. Según anuncian en la web utilizan harinas importadas de Italia y las masas llevan un 40% de agua. Además se crean y fermentan únicamente en la cocina del restaurante mediante un proceso de fermentación que dura entre 24 y 96 horas según el tipo de masa. Lo cierto es que en tus manos tienes una masa fina esponjosa con una base crujiente (estilo de masa romano) que eleva la experiencia a una categoría gourmet.

Jesús Marquina y su asesoramiento son la clave, un cuatro veces campeón del mundo de pizzas que diseña y supervisa la variedad de 14 pizzas con la que cuentan en carta. Es posible que el nombre y la obsesión por los metros sea también inspiración de Marquina, que cuenta con el Record Guinness de la pizza más larga del mundo (1.145,5 metros).

El local, está en una esquina de la marchosa Avenida de Brasil, es amplio y luminoso. Las cristaleras a la la terraza exterior y su cocina abierta dan sensación de transparencia. La decoración está cuidada pero sigue siendo pragmática, por lo que pueden conformarse en un instante grupos de mesas de un amplio o reducido número de comensales sin llegar a sentir que te falta el espacio vital.

kilometros de pizza

Imagen de la galería de Kilómetros de Pizza

La carta tiene varios platos italianos y un Menú Ejecutivo por 12,50€ que pueden llegar a ser una buena opción limonera, pero nosotros hemos armado un ejército de seis personas para ir de frente a por el gran reto, la pizza de dos metros, única en el mundo. Semejante longitud permite optar hasta por cuatro tipos distintos. Nuestra elección es:

¡!FUAS!!: Foie crudo en virutas sobre mermelada de higo, granos de granada y aceite de Albahaca. Para chuparse los dedos de los pies. Pepito de solomillo: Como buena versión del pepito de ternera (la carne de muy buena calidad), es recomendable envolver el solomillo con la masa, puede parecer que da igual pero no da. Setas de temporada y crema de calabaza: Con mortadela trufada, para disfrutar. Pizza La Venta: Inspirada en una de las pizzas campeonas del mundo es como comer ricos huevos fritos con chorizo y tocino ibérico (el tocino se detecta suave en el paladar pero apenas a la vista), pero le falla en gran medida la salsa de tomate (parece de bote) que emblandece y estropea la masa.

El momento gourmet, si no llegas a notarlo en el sabor no te preocupes, lo notarás al recibir la cuenta. La dudosa hazaña de acabar con los dos metros de pizza llevó como contrapartida no poder alcanzar a probar nada de la pobre carta de postres, de la que sólo resalta la CUBETA de helado artesano (les ha faltado llamara MEGA CUBETA). A pesar de no tomar postres ni entrantes nos salió por 27 € por cabeza contando “sólo” la pizza y dos bebidas por zampapizzas.

Si el precio no te asusta y eres un auténtico buscador de la mejor pizza de Madrid, Kilómetros de Pizza debe estar en tu lista de restaurantes a explorar. La recomendación es que optes por pizzas individuales o incluso porciones distintas para saborear más sabores y evitar que las salsas empeoren y enfríen la masa. Pero entendemos que si vas en grupo de “machotes” no podrás evitar entrar en el Hall of Fame del restaurante con fotos de quienes superar los records de las distintas categorías.

El servicio es amable pero insuficiente en número, caen en el pecado común en estos tiempos de crisis de intentar cubrir más mesas de las que realmente pueden abarcar, y eso es un error que no se perdona cuando el restaurante se promociona y pagas por una “experiencia Gourmet”. Las pizzas merecen casi dos limas, pero el precio y la larga espera en ser atendido hace que en el frutero pongamos también un limón.

Avenida de Brasil, 6. 91 755 72 32.

 


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La Trastienda del Cuatro, donde menos es más. (Vigo)

Volvemos a Vigo para comer un menú rico, rico y con fundamento. Nos vamos hasta la trastienda del Cuatro, en el número cuatro de la Calle Pablo Morillo, justo al lado del Náutico. Una de las zonas más chulas que tiene Vigo para pasear, relajarse y aprovechar para darle un saludo a Julio Verne.
Lo de Julio Verne no es coña, en mitad del paseo hay una estatua super bonita del escritor sentado sobre un «calamar gigante»… en homenaje a ese capítulo de 20.000  Leguas de Viaje submarino titulado la «Bahía de Vigo». Si pasáis por la zona, la foto es visita obligada.
Pero vamos a lo que nos interesa, la comida. De las mejores cosas de este sitio es la decoración, es uno de esos lugares parecidos a La Otra Casa donde puedes pasarte horas entretenido mirando para las paredes del local, un sitio Cuqui que lleva abierto desde antes de que el «cuquismo» se extendiera y que, ha sabido mantenerse con vida pese al paso del tiemp0.
La carta ha ido cambiando y, los precios con ella, como podéis ver en la web reinan los carpaccios y las tempuras, junto a los tatakis, sashimis, makisushis, carnes pescados… vamos, que le dan a todos los palos y aunque no son baratos, más bien lo contrario, nos consta que todo los sale rico. Entre semana tienen menú del día y, aunque es un poquito más caro que el entorno (13,50€) si os tiene buena pinta, es una muy buena opción.
la trastienda
El día que fuimos nosotros tenían de primeros Crema de pimiento asado… que aunque asustaba un poco resultó que estaba muy, muy rica. Con su patatuela, suave, vamos que no cumplía con uno de nuestros dichos limoneros «te repites más que los pimientos«.  Y una ensalada de patata, pulpo y pimiento, muy muy rica. Para los que nos gusta el pulpo pero nos sacia en grandes cantidades era el plato perfecto… de como conseguir más, con menos. Eso es talento, y una forma impresionante de ahorrar dinero en materias primas.
Los segundos parecían pobres, pero les pasaba un poco como a la ensalada, ganaban  cuando los tenías delante. El huevo estrellado con solomillo de cerdo y salsa blanca (de ajo) estaba riquísimo, jugoso y sabroso. Y los espaguetis con rape al pesto rojo con su pasta al dente, su tomatito pochado y sus dos buenos trozos de rape eran limonísimos! De postre había pera con helado y yogur y mermelada, simple y rico.
Los camareros fueron súper amables aunque les faltaba un poco de ritmo, la presentación era muy buena, las raciones eran apropiadas (ni morías de hambre ni salías rodando), las opciones eran originales y encima estaban riquísimas, aunque no fueran de lujo, y con el suplemento de terraza incluido pagamos 15 euros por persona. Un local de dos limas perfecto para quedar bien con un compromiso sin arruinar el mes aunque un poco carillo para el día a día..
Por cierto, si andáis por León siempre podéis visitar a su gemelo, La trastienda del 13 en la Calle Ancha número 1, también lo ponen por las nubes 🙂
Dirección: Calle de Pablo Morillo, 4, 36201 Vigo, Pontevedra
Teléfono:986 11 58 81


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Tres tabernas de toda la vida: Quesos, navajas y tortilla. (Madrid)

Hoy visitamos tres sitios muy distintos pero con muchas cosas importantes en común. Los tres son «Casas» y te hacen sentir como tal, son tres tabernas de toda la vida capaces de transportarte a otra época. Los tres basan su éxito en el producto, carta cortita, especialidad muy definida y de muy muy buena calidad. Y, la más importante y consecuencia de las anteriores, poseen el secreto de la eterna juventud. Una vez que los has visitado, entiendes por qué.

Arrancamos ruta en el Casa Gerardo, un almacén de vinos y quesos en la» zona pobre» del barrio de la Latina. Abrió allá por el 1920 y lleva regentado por la misma familia desde los años 50, así que algo de experiencia se les presupone. El rótulo de la entrada incita a cualquier cosa menos a entrar, no le hagáis caso a vuestros instintos, pese a que lo parezca, no es un bar de mala muerte con vino malo y bebedores asiduos con palillo en los dientes.

En Casa Gerardo hay que beber vino y comer queso, o en raciones o en tostas. Si tenéis suerte, como nosotros tuvimos, y os pillan las Jornadas del queso artesanal que montan de vez en cuando la Casa se convierte en el Paraíso. Si eres un apasionado quesero habla con el dueño,  te recomendará unos quesos buenísimos, te contará su historia, de dónde los ha traído y, si te descuidas, cómo se llamaban las ovejas. Un lugar con encanto, con una variedad de quesos maravillosa, vinos buenos y por unos diez euros por cabeza se llevan dos limas.

Calle Calatrava, 21.

Casa Gerardo de lima

Nos subimos al barrio del Rastro y vamos hasta la Casa de las Navajas, un clásico de la Plaza del Cascorro y los domingos. También conocido por Bar Cruz. Un bar sesentero, con barra de acero inoxidable, camareros de camisa blanca, gente, gente y más gente y gritos, gritos y más gritos. El lugar es rápido y se pide como toda la vida… UNA DE NAVAJAAAAAAS, UNA DE BERBERECHOOOOOOOS, UNA DE BRAVAAAAAAS. (Aaaay las bravas, si es que tienen un nombre que incita a ser berreado).

La docena de navajas cuesta diez euros y están buenísimas, palabra de gallega. Salen raciones como churros así que os garantizo que frescas son. Las bravas no están nada mal y los berberechos están bien buenos. Una alternativa a la fritanga en el formato vermut /picoteo/comida que se lleva lima y media.

Calle Maldonadas, 2.

LaCasadelasNavajas

Y por último nos vamos subimos hacia Argüelles, cambiamos de barrio pero no de concepto y llegamos hasta el Casa Paco, un bar de tooooda la vida especializado en tortillas y flanes (cosas con huevo), bueno, y croquetoncios.

Hay tortilla de casi todo (que no rellena de casi todo), por encargo hasta te la hacen de nocilla. Los pinchos cuestan 2,50€, son grandes y están a cual más rica, la de solomillo, cebolla y parmesano está deliciosa y la de salmón ahumado no se queda atrás. Las croquetas tienen sus días, pero la de cocido no suele fallar, enormes, rellenas y cremosas. El flan de queso está delicioso. Habiendo comido, probado de todo e incluso con postre, el tema sale a unos 8 euros por cabeza. Ideal para ir en grupo y arrasar con todas las especialidades. Otra lima y media.

Calle Altamirano, 38.


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Cinco restaurantes italianos del primer año limonero.

Hoy en De Lima a Limón empezamos con una ronda recopilatoria de entradas y de restaurantes limoneados que, por algún motivo, no llegaron a tener su espacio propio. Estrenamos sección con uno de nuestros favoritos, el gremio de los restaurantes italianos… Aquí van nuestros cinco italianos del primer año limonero.

El primer puesto se lo lleva el NON SOLO CAFFE... En su día le dimos dos limas y, unas cuantas visitas después, no se las quitamos. Las materias primas que utilizan son de primera calidad y las recetas que preparan son super elaboradas y, sobre todo y más importante, están tremendamente ricas. Su menú del día, aunque un poco caro, es uno de nuestros favoritos. Para no perdérselo!

C/ Ríos Rosas, 52. Madrid.

nonsolocafedelima

En el segundo puesto y compitiendo muy mucho con el primero está la ACCADEMIA DEL GUSTO… Otro italiano de dos limas. Su punto fuerte son los quesos y nuestra parte favorita el buffet de entrantes que te ponen como primero en su menú del día. Es un sitio original, con personalidad y con un buen proyecto detrás pero el hecho de que sólo haya un único plato de pasta cada día lo relega a la segunda posición. Muy visitable en todo caso.

C/ Cristobal Bordiú, 55. Madrid.

accademiadelima

En tercer lugar se sitúa IL PASTAIO... Un restaurante con un magnífico menú del día que también tiene tienda. Su pasta es de las mejores de Madrid pero, al contrario que el Non solo Caffe, apuestan por recetas sencillas en las que incluyen cosas tan horrendas como fiambre de pechuga de pavo. En su momento se llevaron lima y media más medio limón porque no es normal que a la hora y media de haber comido allí el cuerpo te pida merendar. No os olvidéis de reservar… se pone de bote en bote.

C/ Ríos Rosas, 49. Madrid.

ilPastaiodeLima

El cuarto lugar es para LA NONNA… Un italiano chiquitillo y familiar por la zona de Cuzco. La Mamma ronda por las mesas y toma nota, hay que estar vivo… como te descuides elige ella por ti. Tanto las pastas como las pizzas son caseras y están muy ricas, aunque suelen abusar un poco de la sal. Se cotizan bien, la cuenta sale a unos 30 euros por barba y aunque rico y casero… un menú del día no les vendría mal.

C/ Profesor Waksman, 8. Madrid

LaNonnadelima

 

Y el quinto lugar es para el ANEMA E CORE… un restaurante muy mono escondido en una callejuela cerca de Ópera. La comida (con excepción de la pizza de boletus que estaba muy aguada) está rica. Tienen menú del día aunque suele ser poco apetecible… No porque no vaya a estar rico, sino porque no es lo que esperas de un italiano. En todo caso, en el centro de Madrid en una de las mejores opciones italianeras.

C/ de los Donados, 2. Madrid.

AnemaeCoredelima


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Buscando el #Mejor Cocido de Madrid (2ª parte)

Esto de buscar cocidos tiene su complejidad, es uno de esos mundos donde el universo se divide en dos: los cocidos en menú del día y los menús de cocidos. En los primeros la broma ronda los 10 euros (excepto en el Por fin que está en 7) y en los menús de cocido (como en la Taberna de Daniela) donde es difícil que el plato, sólo el plato, baje de 25 euros. Confieso que esa diferencia me duele, es verdad que la materia prima es mejor, que el servicio será más remilgado, que hay más cabezas de toros en las paredes… pero, me cuesta.

Hoy hacemos una entrada conjunta y hablamos de dos sitios de cocido madrileño clásicos: Los Galayos y la Gran Tasca.

Los Galayos está en un lateral de la Plaza Mayor, probablemente, si no fuera porque está dentro de La Ruta del Cocido ( que acabó el 31 de marzo) nunca hubiéramos llegado a él. Ya sabéis lo que pasa con estas ubicaciones tan céntricas, muchas veces no se sabe si suman o restan…

El local es inmenso, con un toque clásico pero sin ser demasiado rancio. Tienen una terraza cubierta con una lona, una barra generosa y un par de salones aún más grandes. Hacerte con la cara de los camareros roza lo imposible, son un montón y están tan bien coordinados que uno se lleva el plato, medio minuto después tienes uno limpio sobre el mantel y no sabes si ha sido el mismo u otro.

El cocido estaba rico, pero era escaso… y que un cocido sea escaso es un pecado mortal,cuando uno va a comer este plato, inevitablemente, se ve poseído por el espíritu de Obelix… La sopa viene servida en un cuenco, está muy rica, pero echas de menos la sopera en el centro, la carne y los garbanzos los sirven en una olla de barro, perfecta para mantener el calor y subir la expectación… el fiasco viene cuando la abres y ves que hay un minitrocito de cada cosa para cada uno. Esto de que el chorizo tenga el grosor de un dedo me mata.

El servicio, las aceitunas y las guindillas, el orujo con albaricoques del final y la buenísima pinta que tenía el menú especial de cochinillo (30€) de la mesa de al lado les vale una lima, el cocido se lleva un limón.

Los Galayos

La Gran Tasca es otro de los clásicos, está muy cerquita de Cuatro Caminos y es un local rancio a más no poder. Las paredes están llenas de cabezas de toro, banderillas, y fotos de famosos firmadas entre los que destaca Alfredo Landa. Eso sí, permiten sobremesas tranquilas hasta las 6 de la tarde, lo cual es un punto. El Cocido (25€) es infinitamente mejor que el de los Galayos, de hecho, si no fuera porque vino frío y los fideos de la sopa estaban blandurrios sería realmente espectacular.

Cuando el camarero trajo la bandeja del cocido (75 cm de largo para tres personas) lo definió a la perfección, «aquí lo único que hay pequeño soy yo, hasta cuando traemos el chupito dejamos la botella.» Esta gente sí que ha entendido bien el Momento Obelix.

El plato trae de todo, costilla, morcilla, morcilla de cebolla, un buen trozo de chorizo, jarrete, gallina… Buena dosis de garbanzos, patatas buenas y zanahoria en su punto… ya os digo que la única pena es que venía templado y al segundo trozo, el tema estaba más frío de lo que nos gustaría. Un cocido de dos limas y una siesta que se queda en lima y media. Irremediablemente… habrá que seguir buscando.

La Gran Tasca


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LA ACCADEMIA DEL GUSTO… el paraíso del queso. (Madrid)

Hace mucho mucho que no nos escapamos a un italiano y eso no puede ser. Aquí va nuestro propósito de enmienda en forma de italiano auténtico, rico rico y, sobretodo, muy peculiar. La Accademia del Gusto.

La Accademia del Gusto es el lugar total, es restaurante, tienda de productos italianos «wenos, wenos» y, como su propio nombre indica, también es academia. Si eres amante de los quesos en la parte de tienda se te van a ir los ojos, el producto es de Negrini unos tipos que conocimos en Madrid Fusión, eso ya os da una idea de la calidad del asunto. La parte de la academia tiene cosas simpáticas, como los cursos-cena donde por 40€ te enseñan a preparar un plato y luego te lo sirven… pero lo que más nos interesa a nosotros es el restaurante y sobre todo, su menú del día por 12,90€.

accademiadelima

El menú de escuela cambia todos los días, aunque hay una parte que se mantiene constante, el primero. De primero tienes un buffet donde hubo momentos en los que me sentía como Alicia en el país de las maravillas, embutidos italianos (mortadela y bresaola), ensaladas de rucula con parmesano, mozzarella al pesto y lo mejor de todo, quesos y más quesos, unas rocas de parmesano con reducción de vinagre de módena que podían conseguir que perdieras el conocimiento.

De segundo hay un plato de pasta, no se puede elegir, y te lo preparan en el momento y a la vista en la planta baja. A nosotros nos tocó Pasta aglio olio peperoncio y bricola di pane. Lo que viene a ser una pasta al ajillo con miguitas de pan y conseguía ese milagro que la pasta sólo consigue en Italia, convertir el agua en vino y hacer de una receta megasimple algo delicioso. El plato era generoso y con el empacho de quesos de primero comes de sobra.

Aunque lo cobren a parte, el pan  (2€) es algo que no os podéis perder, viene en cesta y es una selección de todo lo que venden. Hay de todo, focaccia, grisines, pan con tomate, con queso, grandes pequeños, calientes, fríos, salados, dulces… un festival!

Cometimos el error de pedir postre, no porque tampoco estuviera incluído, sino porque el Rollito siciliano dejaba mucho que desear… es más, daba la sensación de que se conocía a los trabajadores de la casa por el nombre.

El local es bonito, sencillo y muy cerquita de Nuevos Ministerios, aunque escondido. Hay que buscarlo, encontrarlo es casi imposible, y adivinar que es un restaurante y que se come así de bien es aún más difícil todavía pero para eso estamos nosotros.  El servicio es despistado, hace cosas como preguntarte veinte veces si de verdad quieres hielo en el agua con gas o para que te traigan pan tienes que perseguirlos pero… anécdotas al margen, son italianos italianos.

La comida os saldrá por unos 15€ por cabeza, es más que en el Pastaio, por ejemplo, y además no tienes opción pero… es un sitio que realmente vale la pena, no toméis postre y la comida será de dos limas.

http://www.accademiadelgusto.es/

Calle Cristóbal Bordiú nº 55, 28003 – Madrid


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Calçots… de Cataluña a Madrid.

En el capítulo de hoy empezamos con una sección titulada: #yoconfiesoque, inaugurandola yo ya que nunca antes había comido calçots y no tiene perdón. La semana pasada junto con las chicas de A salvo del Olvido, nos acercamos a Hoyo de Manzanares a remediarlo.

 Calsot es un restaurante en la sierra madrileña, a 30 minutos de la capital que bien merece una visita. El restaurante fue ampliado hace poco y allí incluyeron una terraza cerrada donde nos ubicaron, concretamente, en unas mesas largas con bancos que la recorre entera.

Tiene una carta variada, pero nosotros habíamos reservado con una Calsotada ( para 2 personas) que traía para empezar una Ensalada Calsot (vamos una ensalada mixta de toda la vida que nos entusiasmó mucho) y una Tostada de pan con tomate y embutidos que nos entretuvo hasta que llegaron los protagonistas de nuestro almuerzo:  la Ración de calçots.

calsotdelima

La ración contenía 12 unidades y realizamos el ritual como manda la tradición: nos pusimos el babero, pelamos los calçots con las manos, lo pringamos en la salsa romesco y… a comer!riquísimos!

Yo era la primera vez que los comía pero las chicas de A salvo del Olvido, comentaban que estaban bien hechos y ricos, bien carbonizados por fuera y blanditos por dentro, presentados sobre una teja y envueltos en papel de periódico para que no perdieran calor.  A mi me parecieron una delicia, es una mezcla de sabores entre el puerro y la cebolla pero más delicado. Todo un descubrimiento.

El menú tenia después un combinado de carnes que incluían butifarra blanca, butifarra negra, conejo a la brasa, chuletas de cordero y Pollo Calsot, que estaban bien, pero que no superaban a los calçots ni en broma.

Y para terminar cerrar este almuerzo al más puro estilo catalán, nos tomamos uno de sus postres tradicionales: la crema catalana, muy buena por cierto.

La Calsotada costaba 19,50€ por persona pero no incluía ni las bebidas ni los postres, por lo que al final nos salió un poco más caro, 30€ por persona.

En resumen, un gran descubrimiento de temporada, que bien merece las 2 limas.

Calsot:  Avda. de la Paloma 36. Hoyo de Manzanares (Madrid)

Telefono: 91 856 95 75

www.calsot.com