De Lima a Limón

Crítica – cítrica


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El Mythos y la comida griega. (Madrid)

Nuestra entrada de verano de esta semana se la dedicamos a Grecia. Con la excusa de que hemos limoneado un restaurante griego en Madrid, saldamos la deuda de la crónica limonera de mis vacaciones del año pasado. Que sí, que nunca es tarde si la dicha es buena.

El recorrido del año pasado nos llevó por Santorini, Mikonos, Paros, Antiparos y Atenas. Doce días maravillosos de mochileo, ferries, alojamiento buscado sobre la marcha en los muelles (Que por cierto, funciona fenomenal… unos 20 euros la noche habitación para dos) y, sobre todo, mucho, muchísimo yogur.

Las vistas son preciosas, las puestas de sol una delicia, la gente es simpatiquísima, pero la comida… no. Estas zonas tan turísticas tienen sus inconvenientes, el que después de doce días no pueda recomendaros ni un sólo restaurante es uno de ellos. El menú consta de quince platos(como mucho), y parece como si lo hubiera aprobado el Gobierno y no pudieran salirse de ahí. Ensalada griega, tzatziki, musaka y pastitsio (una especie de lasaña hecha con macarrones tamaño espaguetti).

Naturalmente, en Grecia se comen muchas más cosas y mucho más ricas, si juzgásemos la gastronomía española por los restaurantes de Salou íbamos apañados. Prueba de ello es la carta del Mythos, un restaurante griego en pleno Tribunal, en la calle Apodaca.El local tiene su punto griego, sus vasijas y sus hojas de parra. Vamos que el decorador cumplió con su función.

Aunque la carta está llena de platos con muy buena pinta y, de hecho, las mesas de nuestro alrededor pidieron cosas que entraban ganas de meterle el tenedor y robarles un poco, nosotros probamos el menú del día por 9,90€ y la verdad es que no estaba nada mal.
Mythos

De primero había una ensalada que no nos llamó, unas rodajas de berenjena asadas a la brasa con salsa de tomate que… estaban aceptables, nada del otro mundo pero tampoco nada terrible y un pastel de arroz con repollo y toque de eneldo, bastante rico para lo que suelen ser estas cosas. Ácido como es de esperar pero, comestible que no es poco.

En los segundos venía el punto fuerte.La carne picada de ternera asada a la brasa acompañada de patatas al horno tenía muy buena pinta, pero había que elegir, así que optamos por la carne de cerdo rellena de pimientos rojos y queso feta a la plancha que estaba, deliciosa! y Chipirones a la plancha con compota de manzana y toque de Ouzo (el anís griego) mucho más que rico. Los postres tampoco estaban mal, Baklawa y una tarta templada de masa filo y crema pastelera.

Es verdad que los primeros nos dejaron un poco indiferentes, pero los segundos remontaron el asunto, incluso nos dejaron con ganas de probar el resto de la carta. La luz era terrible para las fotos pero hacía que el local fuera agradable y el personal tenía un punto borde pero que en un contexto griego resultaba hasta entrañable. Una lima y media y la oportunidad de recordar un paraíso bastante cercano.

http://www.restaurantemilos.es/

Dirección: Calle Apodaca, 20, 28004 Madrid
Teléfono:915 91 25 81
Ah, un Limonsejo, si vais a Grecia comed queso Feta, es de los pocos lugares del mundo donde sabe a algo y está rico 😉
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FADO… Portugal en Madrid.

El otro día pensaba que ya iba tocando visitar algún Portugués en Madrid, así que me puse a buscar. Haber hay unos cuantos (tampoco muchísimos) pero todos los que vimos tienen algo en común, están una jartá de lejos del centro y el bacalao lo cotizan como si fuera oro blanco… así que quedó para otra ocasión.

Como por arte de magia un par de días más tarde recibí un whatsapp donde me chivaban una oferta de Offerum, el plan era bueno, bonito y, extremadamente barato, tapas portuguesas para dos por 9 Euros… así que lo cogimos y allí que nos fuimos de excursión limonera. Nunca había probado estas ofertas colectivas en su versión gastronómica pero, al menos esta, salió más que bien.

El lugar en cuestión se llama Fado, parece más un bar donde tomar el café que un restaurante pero luego sorprenden con cenas con Fados todos los miércoles y jueves. Está al norte, por la zona de Avenida de la Paz, un poco alejado, pero cerquita del metro que es algo que siempre compensa. Por cierto, hablando de cosas que compensan, en verano tienen terraza.

Es uno de esos buenos sitios para comer a deshoras… y donde es mejor ir a comer con hambre. La oferta prometía tapas para dos, pero hubiéramos comido tres sin absolutamente ningún problema.

Fado

El menú arrancaba con un variado de fritanga:  unos buñuelos de bacalao, unas croquetas «Findus», unas chamuças de carne, y unas empanadillas de langostinos (lo que vienen a ser risoles)… lo mejor eran los buñuelos con una diferencia abismal, primero porque estaban ricos y segundo, porque competían contra esas croquetas transparentes que eran el mal.

Después nos trajeron unas sardiñas alimadas, que en comparación serían como los boquerones en viangre, servidos con algo parecido a pico de gallo. De ahí a la zapateira recheada, una bomba calórica de palito de cangrejo y mayonesa servida en el caparazón de un buey de mar, no hay pan suficiente en el mundo para comer la

Luego pasamos a los cárnicos, una parrillada de embutidos aceitosilla pero curiosa, donde venían, entre otras suculencias colesterólicas, la fariñeira (una especie de embutido hecho de manteca y harina), una cazuelita con molleja de pollo y un chorizo al infierno… el hambre ya empezaba a flojear.

Y justo cuando menos hambre teníamos llegó lo que más ganas teníamos de comer, la tapa de bacalao a la portuguesa... que la verdad es que estaba bien bueno, aunque no tuvimos valor de comérnoslo entero.

El sitio es sencillo pero razonable, igual que los menús. La carta es un poco menos económica pero, la verdad, es que probar todo lo que probamos, con viño verde incluído por 4,50€ hacen que se lleven una lima y media de manera directa. No es como estar en Portugal, pero cura un poco la morriña.

 

http://www.fadorestaurante.es/

Dirección: Calle Emiliano Barral, 12, 28043 Madrid
Teléfono:915 19 77 25


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L´ARRUZ, arrocería de menú del día en Madrid.

Mira que hemos visitado sitios ya y todavía no hemos caído en una arrocería. Hoy ha llegado el día. Vamos a un restaurante que está cerquita de Cuzco aunque están más expandidos que los romanos en los buenos tiempos, tienen sede en Alicante, Albacete, Bilbao, Burgos, Madrid y Palma de Mallorca. De hecho, en Madrid tienen dos.

El sitio es enorme, tiene un montón de mesas e incluso terraza. Casi siempre está lleno, eso os da una buena señal de que la cosa va bien. Entre semana tienen menú del día, cuesta 16 euros, que es más de lo que estamos acostumbrados a pagar por un menú, pero si pensamos que que viene con un buen arrocico el precio se vuelve mucho más razonable.

Larruz

El menú es siempre el mismo, pero tiene tantos platos que podrías comer todos los días seguidos durante un mes y no repetir primero. Para que os hagáis una idea tienen ensaladas (de tomate Kumato, de queso fresco, de endivias), tomates en formato timbal (Que es la forma de moda de presentarlo bonito y gastar la mitad del tomate), gazpacho, espinacas a la catalana, ensaladilla y saquitos de marisco, involtini de berenjenas, foie a la plancha, bla, bla, bla.

Nosotros pedimos unas croquetas caseras de jamón ibérico y alioli que estaban super ricas y cremosas y una Coca con Escalivada de Pimiento Rojo, Cebolla, Atún y huevo cocido que os recomiendo encarecidísimamente que pidáis. Si le preguntáis a mi lorza os dirá que le sobraba un poco de aceite pero, la verdad es que estaba super, super, super rica!

De segundos la oferta tampoco se queda corta, hay hambuguesa total con los productos estrella de la temporada (cebolla caramelizada y foie) A lo loco!, chipirones, lomo de bacalao con reducción de Pedro Ximénez (otro clásico limonero), carrillera y callos a la madrileña y luego… los arroces.

Para pedir arroz hay que ser como mínimo dos, no es un plato para comer en soledad, todos los días hay arroz a banda y por 10 euros más con bogavante, y luego cada día tienen una especialidad, los lunes de pollo y verdura, miércoles de la huerta, viernes con gamba roja y verduras… y el jueves (y era jueves) con boletus. Así que no nos lo pensamos más, arrosico de boletus. Viene en su paella y os garantizo que está muy, muy rico. Y es más que abundante.

Los postres también son apetitosos, sobre todo las láminas de kiwi con caramelo y el helado de leche merengada con canela que te ponen una bola del tamaño de las del Atomium, pero está tan rico que te comerías dos.

En resumen, un local agradable, un precio razonable en una zona donde no abunda, una comida muy rica, unos camareros majos y un arroz rico se lleva una lima y media bien gordota.

 

http://www.larruzz.com/

Dirección: Calle del General Yagüe, 6, 28020 Madrid
Teléfono:915 97 11 31


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TOÑI VICENTE… tapeo marinero. (Vigo)

Volvemos a Vigo y lo hacemos yendo al sitio que durante un largo tiempo fue el Puesto Piloto y que desde hace algo más de un año regenta la Cocinera Toñi Vicente. Confieso que llevaba mucho tiempo con ganas de ir a este lugar, probablemente, verlo todos los días de camino a la playa haya tenido algo que ver.

Toñi Vicente es una de las cocineras gallegas con más renombre, contaba en una entrevista de la época de la apertura del restaurante que Volver a Vigo era su sueño, lo cierto es que viendo los objetivos que se marcaba, un local con muy buena calidad, buen producto y de temporada y precios razonables… parece que los ha cumplido. Aquí va nuestra crítica cítrica.

Al Toñi Vicente puedes ir en dos versiones, de tapas o a la carta. Para la zona de tapeo han preparado la entrada del local, unas barras de madera y con taburete enfrente de la barra de los camareros, una zona que tiene muy buena pinta pero que estaba tan vacía (un viernes por la noche y estábamos solos) que decidimos pasarnos al comedor, aunque la opción de tapas siguiera en vigor.

El comedor es muy viejuno, han hecho un intento de modernizarlo con unas pinturas en el techo pero… no han conseguido que pierda el rancio de los salones de boda de los noventa. Además es enorme y, claro… los locales enormes y vacíos son mala mezcla. Eso sí, tiene unas vistas a la ría espectaculares.

Llega la carta y nos recomiendan que en vez de tapas escojamos platos y los compartamos, aceptamos el consejo y la verdad es que salió bien… el problema fue elegir. No os exagero si digo que un tercio de la carta (que tampoco es tan larga) no les quedaba y como siempre, Murphy manda, ese tercio coincidía exactamente con lo que se nos antojaba pedir.

Arrancamos con un aperitivo de helado de salmón que estaba buenísimo. Después de darle muchas vueltas, ya con algo en el estómago pedimos unas zamburiñas, cargadas de ajo y fuertecillas, pero ricas. Un crujiente de langostinos con una espuma de queso que estaba rico pero la verdad es que ya aburre un poco y unas croquetas de marisco que, sabían a marisco, punto importante, pero tampoco es que fueran la mayor delicia de la humanidad.

ToñiVicente

El salmón marinado merece mucho la pena, probablemente, la lubina también, venía servido con helado de parmesano, muy bien cortado y muy suave. Rico, rico. El pastel de cabracho también estaba buenísimo, con sus tostaditas de pan para untarlo… muy bueno.

Sin duda lo peor de todo fue la Selección de quesos, cuatro variedades, entre ellas un parmesano muy flojucho y un queso manchego que acababa de salir del envase al vacío. Buena parte del error fue nuestro por pedirlo pero nos vendieron una selección de quesos gallegos que sonaba de mil amores… El queso tiene que tener mucha salida o sino te encuentras con tablas de quesos precortados recién salidos del envase al vacío que dan mucha penita y, en los sitios hay que pedir lo que hay que pedir, en el Toñi Vicente, productos hechos con pescados frescos.

Lo más divertido era ver a los camareros, unos entrajetados señores que hacían juego con el salón, explicando el queso parmesano como si fuera un producto exótico traído de Italia a lomo de un burro, o los platos con helados salados como si fueran elaborados en el mismísimo Marte.

Aún nos quedaba sitio para el postre, así que probamos su famosísima torrija de mi madre con helado de piña, rica, pero sin fundamento para tanta fama. El coulant de chocolate, con helado de chocolate, claro está. Y las arenas de chocolate con helado de Te Matcha que realmente estaba muy rico.

Habiendo bebido una botella de Ribeiro para cuatro, la cosa salió a unos 25 euros por cabeza, muy razonable. El local , el hecho de que estuviera vacío, que estuvieran sin tantos productos en la carta hace que se ganen medio limón, pero la verdad es que los platos de pescado (como tapa o como plato principal) valen mucho la pena, son muy buenas materias primas y bien trabajadas, eso les da una lima y media.

Y un limonsejo, vale que se hayan comprado una máquina de helado y estén emocionados pero tampoco hace falta que dos de cada tres platos lleven helado de algo. En la variedad está el gusto.

 

http://tonivicente.es/

Dirección: Av Atlántida, 98, 36201 Vigo, Pontevedra
Teléfono:986 24 09 92

 


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CABERNET… Vino y empanada. (Vigo)

Hoy en De Lima a Limón volvemos a una de nuestras minas de oro, el Casco Vello de Vigo. Nos vamos hasta a Calle Teófilo Llorente, atravesamos una pasarela de madera y llegamos a una puerta de hierro forjado verde. Dentro nos espera una terraza inmensa, cubierta por una parra y perfecta para el verano.

El interior del local tampoco se queda atrás, es grande y con paredes de piedra, las mesas son de madera y las tienes altas y bajas que no es lo mismo el momento taburete alto que el momento silla. Llevaos una chaqueta es un local donde prácticamente nunca hace calor, es más, la dueña siempre lleva un chaleco plumífero y eso que se está moviendo, con esto queda todo dicho.

El Cabernet es una vinoteca, tiene una carta de vinos amplia pero que tampoco marea, entre cuatro y cinco vinos de cada denominación de origen. Nosotros optamos por uno de Castilla La Mancha, el Pago Florentino (21 euros la botella), un tinto suave con bastante sabor a barrica entraba la mar de bien.

La carta de tapas es cortita y no le vendría mal un cambio de aires, al final los años van pasando y renovarse es una de las claves para no aburrir al personal. Lo que nunca, nunca deberían cambiar es la empanada de grelos y chorizo (5,20€) es espectacular! Y, la verdad es que encontrar una empanada buena en Galicia, por paradójico que parezca, no es cosa fácil. Siempre pecan de algo, o están muy aceitosas, o la masa parece bolla de pan, o está dura… o está reseca. Algún día haremos una entrada monográfica de empanadas, pero por ahora tomad nota, esta está buenísima.

Cabernet

Otra cosa que está buenísima es el pulpo a la brasa, si amiguitos, hay vida más allá del pulpo á feira y del pimentón y aquí lo bordan. Compran pulpos de 5 kilos con unos tentáculos que parecen los brazos del «chuachenager» y que sin embargo, no están nada duros. Ricos, ricos.

A parte de eso probamos el provolone con pisto, que estaba muy rico aunque nadaba en una cantidad de aceite exagerada. Que sí, que todo es cuestión de no comérselo pero… estarán en una competición para ver quién gasta más aceite en la ciudad o coleccionarán botellas de aceite vacías? Otra explicación no se nos ocurre.

Y por último el entrecot de buey a la plancha, viene fileteado y con un cachelo. Es perfecto para compartir y, quizá la opción más saludable de todas. Tiene días mejores y peores, a veces está más sabroso y otras está más nervioso pero siempre es una buena opción.

Los postres sí que no son nada recomendables, pedimos unas cañitas rellenas de crema de queso y naranja que sonaban de maravilla pero que estaban rellenas de sabor a sugus y una tarta de queso y arándanos, natosa e insípida. Si el cuerpo os pide algo dulce, terminad la comida con un chupito de crema de orujo y olvidáos de los postres. Por no tener, no tienen ni té y el café es un brebaje imbebible.

Habiendo tomado una botella de vino, café y postre la cuenta no llegó a 20 euros por cabeza. Bebiendo una copa y compartiendo unas tapas la cosa saldrá por unos 13 euros. Una opción muy asequible, rica y agradable que consigue que te olvides de lo desastres que son sirviendo, lo lentos que son para traer el postre y lo duro que es que siendo una de las tres únicas mesas que tienen llenas tarden veinte minutos en traerte la cuenta. La comida se lleva lima y media, el frío y lo demás le dan medio limón.

PD. Los woks no son una opción, a menos que por alguna razón seas adicto a los brotes de soja avinagrados que venden en botes.

 

http://www.vinotecacabernet.es/

Dirección: Rúa Teófilo Llorente, 29. Vigo

Teléfono:986 22 74 29


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EL ESTRAGÓN… una terraza que le da la vida. (Madrid)

Hace mucho tiempo que no vamos a un restaurante vegetariano, prácticamente, desde octubre del año pasado cuando fuimos al Granero de Lavapiés. Así que ya iba siendo hora de volver… El elegido es el Estragón en la Plaza de la Paja de Latina, justo enfrente del Cosaco.

Esta plaza tiene algo mágico, daría igual que nos dieran alfalfa para comer, sólo por estar sentados al solecito, refugiados del viento y sin coches pasando por el costado, comer vale la pena. Lo difícil de esa Plaza es levantarse… id a comer con tiempo o acabaréis con cara de pena pidiendo «cinco minutos más, cinco minutos más». Por dentro es una taberna «riquiña», de esas con manteles de cuadros y luz tenue que hacen que las fotos de la comida salgan horribles y que te entren ganas de agarrarle la mano a la persona que tienes enfrente.

Habíamos estado en el Estragón alguna vez comiendo de plato y recuerdo que los canelones nos habían gustado mucho, el pimiento relleno no, era una «arrozada» cargada de especias que no se acababa nunca. Eso sí, todo bien regado de queso y nata para darle contundencia. Las verduras no engordan, los restaurantes vegetarianos sí.

Esta vez probamos el menú del día que en terraza cuesta  12 euros, primero, segundo, bebida y postre. Ese solecito de primavera, sin necesidad de más, ya les vale una lima. Los primeros eran ensaladas y una crema caliente, que, la verdad es que no apetecía un pimiento y los segundos eran contundentes y a lo vegetariano. Esto de «a lo vegetariano» merece una explicación, es algo así como la capacidad de un cocinero vegetariano de incluir en cada plato todas las verduras que había en el mercado, sólo así puedes llegar a creaciones que incluyan en un mismo plato aros de cebolla, lombarda, calabacín rallado, zanahoria cruda y ensalada de legumbres… Es como el mal del buffet libre donde se combina de todo y nada encaja bien.

el estragon de lima

De primeros pedimos la ensalada Niza con eneldo que recordaba a Grecia, con queso feta y huevo cocido bastante sabrosa y rica si no fuera porque estaba hecha con lechuga iceberg… mucha verdura, mucha verdura y acaban haciendo ensalada con un balón de balonmano. Y la Ensalada Napolitana con salsa chantillí (a.k.a. mayonesa porque de la nata no se veía el rastro) con más lechuga iceberg… y sin nada de gracia.

De segundos había escalope de berenjena y pisto. Que era un bocadito de berenjena relleno de queso y empanado, rico y con queso infinito, de ese que si te descuidas llegas al otro lado de la plaza  con el trozo en la boca y el hilo no se ha roto acompañado de: 1 pisto, 2 pimientos del piquillo (seguimos sin estar en temporada), 3 lombarda cruda y 4. patatas fritas revenidas. Lease, un plato «a la vegetariana.» y un Arroz con verduras al curry, dulzón pero rico, con bastantes verduras, salsita y un arroz integral de ese que ejercita mandíbulas. Estoy convencida de que el arroz integral es uno de esos alimentos con calorías negativas, gastas más en masticarlo que lo que te comes.

De postre probamos el yogur casero con miel, y la verdad es que valía la pena. La mujer que nos atendió era simpática y la comida era… pues lo que os hemos contado, comestible e incluso algunas cosas, rica. De plato se lleva lima y media, de menú… se queda con la lima que le da la terraza y la vida.


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Baobab… de Senegal a Madrid.

«Es cuestión de disciplina, me decía más tarde el principito. Después de terminar la higiene matinal, hay que hacer con cuidado la limpieza del planeta. Hay que obligarse regularmente a arrancar los baobabs en cuanto se los distingue de los rosales, a los que se parecen mucho cuando son muy jóvenes. Es un trabajo muy fastidioso, pero muy fácil.« El Principito – Antoine de Saint-Exupéry.

baobabs-principito

 

Los Baobabs son unos árboles inmensos que crecen en Áfica, parte de Australia y en el asteroide B612, que como es mundialmente conocido, es el asteroide donde vive el Principito. Dicen que pueden llegar a vivir hasta 4.000 años, sólo tienen hojas en verano y no dan grandes frutos pero tienen una cualidad que les hace muy valiosos, son depósitos de agua naturales. Dentro de un buen baobab puedes llegar a encontrar más de seis mil litros de agua. Esto, en África, os podéis imaginar lo que significa.

Senegal es tierra de Baobabs, tanto es así que es su símbolo y un árbol sagrado. Quizá por eso, sea el nombre más apropiado para un restaurante senegalés en Madrid.

El Baobab está en Lavapiés y tiene, sin exagerar, una de las mejores terrazas de todo Madrid: enorme, soleada, tranquila y con precios económicos. El restaurante en sí es extremadamente cutre, está al nivel de un chamizo de cuadrilla: una barra, unas mesas y una escoba pero la comida es sorprendente y vale la pena probarla.

Senegal es un país de mayoría islámica y eso en la comida se nota. No verás cerdo y la comida tiene un punto arabesco (cuscus, la forma de tratar las verduras…). Es un país con mar, lo que hace que se lleven bien con el pescado, por lo demás, mucho arroz y muchas especias.

El restaurante está muy cerca del Rastro por lo que su día fuerte es el domingo. Si hace bueno, todavía peor. Id muy pronto, las colas que se montan para coger mesa superan, fácilmente, la hora y media. Cuando fuimos nosotros eran las dos y nos tocó paparnos 5o minutos de cola y lo peor no es eso… lo peor es que los platos se van acabando y te quedas sin probar un montón de cosas ricas.

Baobabdelima

En la carta tienen unos zumos naturales de ibisco y de baobab con muy muy buena pinta, que no les quedaban y de los diez platos (entre 7 y 8 euros) que tienen, sólo había disponibles cuatro y ni el pescado ni el cuscus estaba dentro de ellos. Así que optamos por un Thiebu Vegetal, que es arroz senegales (con un grano muy chiquitito y muy aromático) con verduras (que venían en formato tahine) Calabaza, berenjena y col muy pochadita. Resulta ser un plato rojizo, aceitosillo y con ese picante sutil que se acaba acumulando cuando te has terminado el plato. Y un Yassa, arroz blanco con pollo en salsa de cebolla. Un guisote ácido, dulce y agrio a partes iguales, con unos buenos trozos de pollo, aceitunas, pepinillos y mucha cebolla. Sorprendente y rico.

La comida está muy buena, pero sacia y las raciones son inmensas… con dos platos comen tres sin ningún apuro. No es para ir todos los domingos aunque es perfecto para ir un par de veces al año. Una opción diferente, rica y barata (unos diez euros por persona) perfecta para ir en grupo y en terraza se merece una lima y media. El hecho de que se les hubieran acabado tantos platos y, sobre todo, los zumos, les cuesta medio limón.

BAOBAB: Calle de los Cabestreros, 1. Madrid

Teléfono: 915 27 27 32

 

 


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Cinco restaurantes italianos del primer año limonero.

Hoy en De Lima a Limón empezamos con una ronda recopilatoria de entradas y de restaurantes limoneados que, por algún motivo, no llegaron a tener su espacio propio. Estrenamos sección con uno de nuestros favoritos, el gremio de los restaurantes italianos… Aquí van nuestros cinco italianos del primer año limonero.

El primer puesto se lo lleva el NON SOLO CAFFE... En su día le dimos dos limas y, unas cuantas visitas después, no se las quitamos. Las materias primas que utilizan son de primera calidad y las recetas que preparan son super elaboradas y, sobre todo y más importante, están tremendamente ricas. Su menú del día, aunque un poco caro, es uno de nuestros favoritos. Para no perdérselo!

C/ Ríos Rosas, 52. Madrid.

nonsolocafedelima

En el segundo puesto y compitiendo muy mucho con el primero está la ACCADEMIA DEL GUSTO… Otro italiano de dos limas. Su punto fuerte son los quesos y nuestra parte favorita el buffet de entrantes que te ponen como primero en su menú del día. Es un sitio original, con personalidad y con un buen proyecto detrás pero el hecho de que sólo haya un único plato de pasta cada día lo relega a la segunda posición. Muy visitable en todo caso.

C/ Cristobal Bordiú, 55. Madrid.

accademiadelima

En tercer lugar se sitúa IL PASTAIO... Un restaurante con un magnífico menú del día que también tiene tienda. Su pasta es de las mejores de Madrid pero, al contrario que el Non solo Caffe, apuestan por recetas sencillas en las que incluyen cosas tan horrendas como fiambre de pechuga de pavo. En su momento se llevaron lima y media más medio limón porque no es normal que a la hora y media de haber comido allí el cuerpo te pida merendar. No os olvidéis de reservar… se pone de bote en bote.

C/ Ríos Rosas, 49. Madrid.

ilPastaiodeLima

El cuarto lugar es para LA NONNA… Un italiano chiquitillo y familiar por la zona de Cuzco. La Mamma ronda por las mesas y toma nota, hay que estar vivo… como te descuides elige ella por ti. Tanto las pastas como las pizzas son caseras y están muy ricas, aunque suelen abusar un poco de la sal. Se cotizan bien, la cuenta sale a unos 30 euros por barba y aunque rico y casero… un menú del día no les vendría mal.

C/ Profesor Waksman, 8. Madrid

LaNonnadelima

 

Y el quinto lugar es para el ANEMA E CORE… un restaurante muy mono escondido en una callejuela cerca de Ópera. La comida (con excepción de la pizza de boletus que estaba muy aguada) está rica. Tienen menú del día aunque suele ser poco apetecible… No porque no vaya a estar rico, sino porque no es lo que esperas de un italiano. En todo caso, en el centro de Madrid en una de las mejores opciones italianeras.

C/ de los Donados, 2. Madrid.

AnemaeCoredelima


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Buscando el #Mejor Cocido de Madrid (2ª parte)

Esto de buscar cocidos tiene su complejidad, es uno de esos mundos donde el universo se divide en dos: los cocidos en menú del día y los menús de cocidos. En los primeros la broma ronda los 10 euros (excepto en el Por fin que está en 7) y en los menús de cocido (como en la Taberna de Daniela) donde es difícil que el plato, sólo el plato, baje de 25 euros. Confieso que esa diferencia me duele, es verdad que la materia prima es mejor, que el servicio será más remilgado, que hay más cabezas de toros en las paredes… pero, me cuesta.

Hoy hacemos una entrada conjunta y hablamos de dos sitios de cocido madrileño clásicos: Los Galayos y la Gran Tasca.

Los Galayos está en un lateral de la Plaza Mayor, probablemente, si no fuera porque está dentro de La Ruta del Cocido ( que acabó el 31 de marzo) nunca hubiéramos llegado a él. Ya sabéis lo que pasa con estas ubicaciones tan céntricas, muchas veces no se sabe si suman o restan…

El local es inmenso, con un toque clásico pero sin ser demasiado rancio. Tienen una terraza cubierta con una lona, una barra generosa y un par de salones aún más grandes. Hacerte con la cara de los camareros roza lo imposible, son un montón y están tan bien coordinados que uno se lleva el plato, medio minuto después tienes uno limpio sobre el mantel y no sabes si ha sido el mismo u otro.

El cocido estaba rico, pero era escaso… y que un cocido sea escaso es un pecado mortal,cuando uno va a comer este plato, inevitablemente, se ve poseído por el espíritu de Obelix… La sopa viene servida en un cuenco, está muy rica, pero echas de menos la sopera en el centro, la carne y los garbanzos los sirven en una olla de barro, perfecta para mantener el calor y subir la expectación… el fiasco viene cuando la abres y ves que hay un minitrocito de cada cosa para cada uno. Esto de que el chorizo tenga el grosor de un dedo me mata.

El servicio, las aceitunas y las guindillas, el orujo con albaricoques del final y la buenísima pinta que tenía el menú especial de cochinillo (30€) de la mesa de al lado les vale una lima, el cocido se lleva un limón.

Los Galayos

La Gran Tasca es otro de los clásicos, está muy cerquita de Cuatro Caminos y es un local rancio a más no poder. Las paredes están llenas de cabezas de toro, banderillas, y fotos de famosos firmadas entre los que destaca Alfredo Landa. Eso sí, permiten sobremesas tranquilas hasta las 6 de la tarde, lo cual es un punto. El Cocido (25€) es infinitamente mejor que el de los Galayos, de hecho, si no fuera porque vino frío y los fideos de la sopa estaban blandurrios sería realmente espectacular.

Cuando el camarero trajo la bandeja del cocido (75 cm de largo para tres personas) lo definió a la perfección, «aquí lo único que hay pequeño soy yo, hasta cuando traemos el chupito dejamos la botella.» Esta gente sí que ha entendido bien el Momento Obelix.

El plato trae de todo, costilla, morcilla, morcilla de cebolla, un buen trozo de chorizo, jarrete, gallina… Buena dosis de garbanzos, patatas buenas y zanahoria en su punto… ya os digo que la única pena es que venía templado y al segundo trozo, el tema estaba más frío de lo que nos gustaría. Un cocido de dos limas y una siesta que se queda en lima y media. Irremediablemente… habrá que seguir buscando.

La Gran Tasca


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ZHOU YULONG… el chino de Plaza de España. (Madrid)

Seguimos con la visita a los clásicos madrileños, hoy nos metemos en los subterráneos del parking de Plaza de España de Madrid para comer uno de los chinos más chinos de todo el país, el Zhou Yulong (para los amigos, el chino de Plaza de España).

Corría el año 2008 cuando escuché hablar por primera vez de este lugar, yo estaba pasando unos días en Nueva York y mi mudanza a Madrid era inminente, una de las madrileñas que allí conocí me hizo un recorrido súper completo de sitios que no me podía perder, por desgracia, cuando llegué a la capital con mis maletas sólo recordaba uno: El Chino de Plaza de España. Pero fui, y vaya si valía la pena.

Este chino es particular para todo… para empezar no se ve, se huele. Cuando uno no lo conoce y pasea por Plaza de España siente un olorcillo, como a fritanga pero más rico y puede entrar en ese bucle de no saber de dónde viene, increíblemente viene del parking, y es nuestro chino. Sí, la gente que come tuppers de fideos en la hierba también le ha hecho una visita a nuestros amigos de hoy.

Decir que el local es cutre es extremadamente generoso, es un bar rancio de mala muerte aunque con luz y sin señores sentados en la barra con palillo en los dientes bebiendo un sol y sombra. Dicen que es el chino de Blade Runner y nos lo creemos, tiene muy poquitas mesas y, aunque tiene mucha rotación, es raro que haya hueco y lo más frecuente es que haya cola. Eso sí, aunque estés en la cola puedes aprovechar para ir pidiendo y poder llevártelo.

La comida no es que sea rápida, es que es inmediata. Tú lo pides y antes de que puedas parpadear tienes el plato echando humo encima de la mesa, palabra de limonera que esto no es exageración. Supongo que tener una carta tan cortita ayuda mucho.

Chino de plaza de españa

Hay que reconocerles que la comida está muy rica, las empanadillas a la plancha son espectaculares y caseras la salsa de soja ácida con la que las acompañan ya no me gustó tanto, por cierto, cuidado con el ansia, vienen muy calientes. Los tallarines fritos están muy pero que muy ricos, no tienen nada especial pero… son diferentes. Los fideos de fécula de batata son una cosa distinta y por tanto, recomendables, os hablamos de ellos en la entrada sobre comida coreana de la semana pasada .

También probamos las costillas de cerdo dulces (5,50€), la verdad es que no sé por qué nos empeñamos en comer costillas en los restaurantes chinos… algún día aprenderemos y las dejaremos para los americanos que son los que tienen  mano con los huesitos.  La ternera con verduras sí que estaba realmente rica, la clave son las verduras, tenía berenjena, tirabeque, ajetes y raíz de loto, hay vida más allá del pimiento verde y la cebolla!!! Al arroz frito le pasa lo mismo (3,95€) la diferencia la marcan las verduras y que está suelto.

No es el mejor chino del mundo, igual que el bar Manolo no hace las mejores bravas del universo, pero el hecho de que sean tan auténticas les da valor. Comer fideos mientras en la tele pasan millones de videoclips chinos con su letra apta para Karaoke, mola. Que tengan porras en la barra no deja de ser gracioso. En cuanto al precio, habiendo comido bien y probado unas cuantas cosas fueron unos 12 euros por cabeza, no es extremadamente barato y menos para estar en un parking, pero la comida y la experiencia valen la pena y una lima y media.