¡Ah, la lluvia, el viento, las románticas hojas secas y los primeros fríos ya acarician nuestras ventanas! Todo tiene temporadas y el otoño trae consigo su tipo de ropa, su comida y, por supuesto, su bebida.
Para combatir las sensaciones del cambio de estación y hacer más llevaderas las tardes en las que miramos llover por la ventana (mejor en compañía), os ofrecemos una selección de cócteles que no os pueden dejar indiferentes, en los que son protagonistas las frutas de temporada, los colores ocres, el azúcar para combatir la apatía otoñal y la vitamina C, que nos ayudará a prevenir en parte esos constipados de entretiempo tan molestos.
Pero, antes de continuar, la advertencia obligada para pedir moderación: el alcohol y el exceso no son buenos compañeros: la engañosa sensación de calor que produce el alcohol se debe a que produce una brusca dilatación de los vasos sanguíneos, que se contraen cuando hace frío. Esta dilatación, unida a la rápida evaporación del etanol en nuestra corriente sanguínea, provoca que perdamos temperatura corporal con más rapidez, lo que no deja de ser peligroso para nuestra salud. Beber alcohol para entrar en calor es contraproducente y peligroso.
De la misma manera, es verdad que el alcohol aporta un exceso de calorías a nuestro organismo, pero se degrada tan rápido que tienen nulos efectos beneficiosos. Si de verdad queremos entrar en calor con una bebida, lo mejor es optar por bebidas calientes no alcohólicas y muy nutritivas. Es decir, los clásicos chocolate caliente y calditos de carne. Los cócteles con alcohol han de beberse sólo con ánimo recreativo y siempre responsablemente.
Y ahora, hagamos un repaso rápido de nuestras sugerencias para esta estación, empezando por una mezcla potente, otoñal en sus ingredientes y en sus colores: el “Hot Brandy Cider” o “Brandy de Manzana”, que lleva dos partes de coñac, siete de sidra (preferiblemente dulce) y una rodajita de naranja. Se sirve la mezcla en un vaso frío, pero sin hielo y se toma a pequeños sorbitos mientras vemos caer las hojas de los árboles.
Una opción más nuestra, también con coñac es el “Barcelona”, cóctel que combina diferentes bebidas españolas con limón y limonada, que no son lo mismo. Sofisticado e internacional, como la ciudad que le da nombre.
Siguiendo con recetas que usen sidra o aguardiente de manzana, no puedo resistirme a ofreceros otra alternativa al Gin-Tonic, ideada por la coctelería ovetense I+Drink, que experimenta sustituyendo las habituales bebidas espirituosas en los cócteles por bebidas asturianas. Se trata del Apple Tonic, fácil y sencillo de preparar.
En la habitual copa grande (o vaso de sidra, ya que estamos) con hielo, añadimos una parte de aguardiente de manzana (puede ser el clásico Calvados, aunque lo suyo sería un aguardiente asturiano de calidad, como el Salvador del Obispo), cinco partes de tónica, dos rodajas gruesas de manzana verde y unas vueltas con cariño para mezclarlo todo. Ahí tenéis una bebida que sí merece la pena, exótica y que no requiere que un camarero vestido de médico haga malabarismos con una cucharilla retorcida y un cruce entre tónica y perfume parisino.
Como tres cócteles en un día ya sobrepasan la moderación que aconsejamos, lo vamos a dejar por aquí. Si queréis seguir explorando mezclas y sabores de esta estación, os animo a que lo hagáis siguiendo los sabores de las frutas de temporada: manzanas, uvas, naranjas, peras y piñas. Y si os veis con ánimo recio y ganas de probar algo más fuerte, buscad licores elaborados con avellanas, castañas, nueces y bellotas. ¡Feliz otoño!
noviembre 6, 2013 en 1:03 pm
interesante aporte amigo, algo muy acorde con la estación en la que estamos y por supuesto me encanta la variación del gitonic con prductos asturianos, muy bueno 😉
noviembre 8, 2013 en 1:11 pm
Muchas gracias 🙂