“Cuando me ven sosteniendo un pescado, pueden ver que me siento cómoda con los reyes, así como con los pobres” Imelda Marcos, cleptómana dictadora consorte de Filipinas entre 1965 y 1986
Últimamente ha salido mucha información sobre las Islas Filipinas en la prensa por el desgraciado tifón Yolanda sucedido este mes. Sin embargo la historia de Filipinas es mucho más larga y durante tres siglos y pico padeció la ocupación colonial española, que unió en una misma nación las 7.000 islas del archipiélago bajo una administración común y a cambio les dejó el catolicismo como religión mayoritaria, un gazpacho de idiomas (doce) y una gastronomía mixta hispano-asiática con múltiples palabras en castellano.
Tras tantos años de presencia española, los filipinos adoptaron las paellas, lechones, chorizos, escabeches y adobos y que tienen esta denominación en los distintos idiomas que se hablan en las islas. Como en la mayoría de países asiáticos la base de la comida filipina es el arroz, aunque la influencia china se nota en sopas y noodles, sin embargo el peso del pescado es muy superior a la de otros países del entorno.
En Madrid hay un pequeño restaurante filipino cercano a la Puerta del Sol donde la decoración deja bastante que desear, (dos bufandas futboleras: del mejor equipo de la ciudad y de los llorones, un gato dorado sindicalista y una tele enorme), pero donde la comida es francamente sabrosa.
El menú del día cuesta 7 euros y se compone de un aperitivo, un plato de arroz con comida y una bebida. Lo pedí con pork barbecue o lo que es lo mismo pincho moruno. El aperitivo era un pincho de tortilla de patata con cebolla caramelizada y estaba muy bien, y el pincho estupendo, pero sin embargo te quedas con ganas. El postre no viene incluido pero pregunté y me dijeron que había flan filipino lo cual fue una sorpresa positiva, espeso y muy bien presentado. Con flan y café, subió a 11 euros.
La nota le vamos a poner una lima, porque aunque la comida era buena y las camareras filipinas muy amables, sin postre, se me hizo escasa.
Consejo embidioso: Es un rollo pero pide que te traduzcan toda la carta. Por los nombres no te vas a enterar de lo que pides.
El Cavvalen, calle Bordadores 2 (Madrid) <M> Sol, Opera