De Lima a Limón

Crítica – cítrica


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EL CALIFA… un rincón escondido en el centro de Madrid.

El huevo de hoy es mejor que la gallina de mañana, refrán popular árabe.

Hoy no nos movemos del centro de Madrid y nos vamos al restaurante de comida árabe El Califa. La comida árabe es más que conocida por los limoneros. El restaurante El Califa es un pequeño restaurante-tetería árabe muy cerca de la Puerta del Sol en una bocacalle del Arenal, muy curioso. Decorado con cuadros y espejos árabes tiene  muchas mesas pequeñas redondas apiñadas, donde puedes disfrutar perfectamente de la conversación de la mesa de al lado, salvo que esté lleno y haya un murmullo permanente. Además permite fumar en cachimba (pipa de agua) tabaco de fruta mientras se cena o se toma el café o el té de después. Con todo, los techos son altos y el ambiente no está muy cargado. Música no hay, y se echa de menos, pero se ven familias magrebíes completas cenando juntos, junto a turistas guiris de todo pelaje y la fusión tiene su gracia.

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Con respecto a la comida no arriesgamos mucho y pedimos  como entrantesun hummus (Crema de garbanzos) y un tabulé (Ensalada de sémola y perejil al que le faltaba limón y sémola pero qu eno estaba malo) . Las raciones un pelín escasas, podían ser mayores. Era la primera vez que veía el hummus con tomate natural como acompañamiento. También nos pusieron como tapa un pequeño platillo de babaganush (Crema de berenjena) y el pan árabe calentito para mojar.

De segundo pedimos una pastela de pollo, que estaba francamente bien, mezcla de dulce y salado, salvo que tenía excesiva guarnición de lechuga iceberg (casus belis) y mucha cebolla en su interior, no es que tenga nada personal contra la cebolla pero… por muy pochada que esté la pastela corre el riesgo de acabar pareciéndose más a una empanada gallega. De precio, dos primeros, un segundo para compartir, dos cervezas y dos tés morunos, 15 euros por cabeza.

Lo gracioso es que presentó la tarjeta de crédito mi acompañante femenina, pero me dieron a mí el lector para poner el pin. En la mayoría de sitios se sigue haciendo raro que una señora invite a un caballero.

Consejo Embidioso: No seas celoso. Los adolescentes magrebíes de la mesa de al lado que fumaban en cachimba con bebidas energéticas, hambre no tendrían, pero se comían con los ojos a mi acompañante femenina.

¿Qué nota le ponemos entonces? Por la buena comida y el ambiente una lima, por la escasez de los platos y el precio, un limón como el del jugo del Hummus.

Restaurante El Califa, calle Trujillos 3 28013 Madrid <M> Sol y Opera.

http://www.califamadrid.com/


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ARABIA, el Madrid de las mil y una noches

Hoy en De Lima A Limón traemos un restaurante diferente y lleno de encanto, el Arabia, en pleno barrio de Chueca de Madrid. El sitio se define como «cocina árabe» y, aunque esto vendría a ser un poco como hablar de «comida europea» tiene excusa y es que mezclan lo mejor de cada región centrándose, principalmente, en la cocina egipcia y marroquí.

Para aquellos que no estéis acostumbrados a estos sabores, no os asustéis. Igual que no toda la comida mexicana pica hasta dejarte ciego, no toda la comida árabe abusa de especias, del picante o del sanbenito que en su momento le haya tocado. Es una cocina sabrosa, llena de vegetales y, en muchos casos, muy fresca… En resumen, muy recomendable.

Aunque sólo sea por el restaurante vale la pena ir, está decorado hasta en el último detalle. Desde el porche hasta los baños… Con deciros que dentro del local hay palmeras… Puedes comer en mesa normal o sentado en el suelo, lo cual, no nos engañemos, es un poco incomodo pero encanto tiene.

La carta es pequeñita, los precios de los primeros rondan los 5 euros y ningún segundo sube de los 10. Las raciones son abundantes, para que os hagáis a la idea, con dos primeros y un segundo es suficiente para que cenen dos personas.

Nosotras éramos tres y pedimos… puré de garbanzos al sésamo, o lo que solemos llamar Humus, que junto con el pan de pita calentito estaba de fábula. El detalle de llevar ajo muy picado por encima fue una novedad pero se va a convertir en un habitual.

También pedimos pepino con crema de yogur a la menta, con ese toque fresquito y cítrico que os decía antes y un falafel relleno de cilantro y cebolla que venía sobre una especie de salsa de tomate que, os prometo, que no podía estar más rico. Aunque sólo sea por probarlo vale la pena que asoméis la cabeza por allí.

De segundos pedimos, cuscus de pollo con verduras y albóndigas que acompañan del caldito para echar por encima, muy muy rico y, el mejor descubrimiento del mundo, pollo cubierto de fideos al vapor. Un plato aparentemente insípido que probablemente, jamás hubiera probado, pero que ha sido toda una revelación. Un pollo especiado medio guisado cubierto de fideos cabello de ángel, pasas, azúcar glas y canela, una combinación de dulce y salado deliciosa.

De postre comimos un pastelito de hojaldre con pistachos y té frío con limón y hierbabuena. Confieso que casi reventamos pero de lo rico que estaba nos costaba dejar algo en el plato.

En resumen, un sitio precioso, perfecto para un momento romántico, con una comida diferente y deliciosa por unos 15 euros por persona en el centro de Madrid se merecen dos buenas limas.

Arabia. Calle del Piamonte, 12