De Lima a Limón

Crítica – cítrica


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MAD CAFE… posiblemente, las mejores hamburguesas de Madrid.

Hoy en De Lima a Limón seguimos con el boom hamburguesero y nos vamos hasta la cañera zona de La Latina a probar unas de las hamburguesas con más fama de Madrid y parte del extrarradio, las del Mad Café.

El Mad Café, que tiene un hermano gemelo en Alonso Martínez (el Mad Grill),  es un local estilo americano años 30 escondido en la Cava Alta, muy cerquita del Mercado de la Cebada. La decoración es sencilluca, tiene un punto fabril que recuerda bastante a la Pepita, sólo que con 600 kilómetros de distancia, dos plantas en formato loft y un montón de mesas pequeñitas y bastante cerca unas de otras.

Junto con las hamburguesas (más de 10 modelos distintos), la variedad de bebidas es uno de los puntos fuertes de este local, tienen un montón de cervezas artesanales que harían muy feliz a nuestro limonero Tomás, además de un arsenal de bebidas «chuminada» puramente americanas tipo Cherry Coke o Dr. Peppers, incluida la Coca-Cola con helado tan propia de un cumple infantil.

Nosotros nos dejamos guiar por las recomendaciones de la casa y empezamos con los aros de cebolla. No, no son esos aros clásicos con caparazón, más bien son una especie de tempura de cebolla roja con salsa barbacoa al centro. Buenísimos! Perfectos para rechupetear los dedos mientras acabas con las miguitas del plato. La ración es abundante, mejor para tres que para dos.

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En cuestión de hamburguesas, unos fuimos tradicionales y nos decantamos por la california y la BBQ, algo deben de tener para que leas el foro que leas todo el mundo haya picado. Y la verdad es que no defraudan, son 250 gramos de hamburguesa de cebón (se puede pedir opción doble de carne por 4,50 € de extra), picada en la casa hecha a la parrilla (con sabor a parrilla) y, a ser posible crudita, la primera con guacamole y la segunda… pues con salsa barbacoa.

Otros experimentaron con la Special BBQ Chiquen Burguer, que resultó ser muy parecida a la vacuna pero con una jugosa (sí, sí, jugosa) pechuga de pollo, y con la Homemade Fálafel Burguer, hecha con fálafel casero y acompañada de una salsa de yogurt muy rica. Opción para vegetarianos (y no vegetarianos) que demuestra que no es necesario compactar cien ingredientes distintos para conseguir una hamburguesa sin carne que esté buena.

El pan de las hamburguesas es de brioche… más que correcto. Todas van acompañadas de cebolla caramelizada y patatas de las de verdad, irregulares y con su piel (como debe de ser). Lo único negativo es que mis patatas no estaban del todo bien hechas  y que la lechuga que acompaña es iceberg. Muerte a la lechuga iceberg!

Llegó el momento goloso, éramos cuatro y había cuatro postres en la carta. Está claro… uno de cada. El «apple crisp«, una especie de compota de manzana con una capa crujiente de avena y canela y una bola de helado de vainilla. Enorme, perfecto para compartir y suuuper rico. Los muy chocolateros amarán el “Brownie à la Mode” con su doble de chocolate, mientras que los seguidores de la secta de la tarta de queso encontrarán en la “New York Style Cheese Cake” un nuevo profeta al que seguir. Por último un clásico de la cocina americana, el “Carrot Cake” no por muy visto, menos rico .

El personal es muy  majo, se les nota a la vista que lo suyo con la carne es una historia de amor (si te sientas cerca de la barra verás por la ventana que da a la cocina cómo cuidan de manera especial cada hamburguesa). Las hamburguesas muy buenas y la cuenta sale a unos 15€ por cabeza, compartiendo postre y 18 en modo egoistón, razonable. Eso les da dos limas y el premio a las mejores hamburguesas de Madrid (por el momento).

http://www.themadcafe.es/Site/Mad_Restaurants.html

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Calçots… de Cataluña a Madrid.

En el capítulo de hoy empezamos con una sección titulada: #yoconfiesoque, inaugurandola yo ya que nunca antes había comido calçots y no tiene perdón. La semana pasada junto con las chicas de A salvo del Olvido, nos acercamos a Hoyo de Manzanares a remediarlo.

 Calsot es un restaurante en la sierra madrileña, a 30 minutos de la capital que bien merece una visita. El restaurante fue ampliado hace poco y allí incluyeron una terraza cerrada donde nos ubicaron, concretamente, en unas mesas largas con bancos que la recorre entera.

Tiene una carta variada, pero nosotros habíamos reservado con una Calsotada ( para 2 personas) que traía para empezar una Ensalada Calsot (vamos una ensalada mixta de toda la vida que nos entusiasmó mucho) y una Tostada de pan con tomate y embutidos que nos entretuvo hasta que llegaron los protagonistas de nuestro almuerzo:  la Ración de calçots.

calsotdelima

La ración contenía 12 unidades y realizamos el ritual como manda la tradición: nos pusimos el babero, pelamos los calçots con las manos, lo pringamos en la salsa romesco y… a comer!riquísimos!

Yo era la primera vez que los comía pero las chicas de A salvo del Olvido, comentaban que estaban bien hechos y ricos, bien carbonizados por fuera y blanditos por dentro, presentados sobre una teja y envueltos en papel de periódico para que no perdieran calor.  A mi me parecieron una delicia, es una mezcla de sabores entre el puerro y la cebolla pero más delicado. Todo un descubrimiento.

El menú tenia después un combinado de carnes que incluían butifarra blanca, butifarra negra, conejo a la brasa, chuletas de cordero y Pollo Calsot, que estaban bien, pero que no superaban a los calçots ni en broma.

Y para terminar cerrar este almuerzo al más puro estilo catalán, nos tomamos uno de sus postres tradicionales: la crema catalana, muy buena por cierto.

La Calsotada costaba 19,50€ por persona pero no incluía ni las bebidas ni los postres, por lo que al final nos salió un poco más caro, 30€ por persona.

En resumen, un gran descubrimiento de temporada, que bien merece las 2 limas.

Calsot:  Avda. de la Paloma 36. Hoyo de Manzanares (Madrid)

Telefono: 91 856 95 75

www.calsot.com


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TAQUERÍA MI CIUDAD… comida callejera mexicana en Madrid.

La búsqueda del #MMM no nos da nada más que alegrías, en breve nos quedaremos sin excusa, sacaremos conclusiones y escribiremos un post en formato de lista de esos que tantísimo se llevan ahora, entremedias seguiremos informando sufridamente entre tacos, enchiladas y micheladas.

Hoy nos escapamos hasta la Taquería Mi Ciudad, a un paso de la Plaza Mayor y del frecuentado Mercado de San Miguel. En concreto, a su local en Hileras que aunque tiene un poquito menos de encanto que el de Fuentes pero que tiene mesas y a la hora de comer es una ventaja reseñable.

Las taquerías son los puestos de comida callejera por excelencia en México. Algo así como las tiendas de bocatas mexicanas, comida rápida pero de calidad, variada y llenísima de sabor. Si en algún momento estás por el centro de Madrid y estás tentado de acabar en el 100 Montaditos, dale una oportunidad a esta taquería gastarás lo mismo y descubrirás un mundo nuevo.

La carta es sugerente, todos apetecen. Los precios de la comida son muy asequibles, hay un montón de tacos por 1,50€ eso sí, con el precio de la cerveza se pasan un poco 4 euros por una Coronita roza la usura. Nada más llegar te traen un cuenco con cebolla morada con lima picantita, el acompañamiento perfecto para los tacos, pero no caigáis en la tentación de probarla sola, os beberéis la cerveza de un trago y está a precio de oro. Las dos salsas rojas que ponen son caseras y están muy buenas, sobre todo, la de cilantro.

Taqueria mi ciudad

Es verdad que tienen menú por 11 euros, incluso en fin de semana pero… en una taquería, hay que comer tacos. Y eso hicimos, de entrada uno de cochinita pibil, bueno, pero nada comparable con la Cochinita de La Herradura , uno de chicharrón en salsa verde, muy típico y rico rico y un taco placero de corteza de cerdo guacamole y nopales picantito pero rico. Y un pollo con mole poblano bueno pero algo irrelevante.

La quesadilla poblana en tortilla de trigo no la recomiendo, del montón tirando a malilla. Los frijoles refritos con tacos dorados fueron una sorpresa… buscábamos un acompañamiento y acabaron siendo un plato delicioso. Y por último la Gringa (5,50€) de pastor, piña, cebolla, cilantro y queso fundido, quizá lo más rico de todo… aunque el precio volvía a ser un poco mucho. La Michelada estaba muy buena, aunque no hacía el calor que requiere ese cóctel de cerveza helada y picante.

Por 15 euros por persona, comimos muy bien, de hecho casi ni cenamos, la comida mexicana es sana pero contundente, pero cometían un pecado habitual en ciertos mexicanos… prácticamente todo sabe igual y con los ojos cerrados cuesta distinguir qué es lo que estás comiendo.

La Taquería de Mi Ciudad no es el Mejor Mexicano de Madrid pero tiene su punto y como opción de picoteo se queda muy cerca de las dos limas, si moderasen un poco los precios de las bebidas las conseguirían, por ahora no pasan de la lima y media.

http://www.taqueriamiciudad.com/

TAQUERÍA MI CIUDAD: Calle Fuentes, 11. Madrid.


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DON LAY… Un chino, chino en el Paseo de Extremadura. (Madrid)

El mundo de los restaurantes chinos es un universo a explorar. Referentes limoneros como El Comidista  han hablado de la diferencia entre los chinos y los chinos chinos (la versión auténtica donde se comen cosas que va más allá del rollito de primavera y muchos de los comensales tienen los ojos rasgados y no comparten suegra con el de la cocina). Hoy limoneamos un chino chino de los más famosos de Madrid, el Don Lay.

Don Lay está al otro lado del Río, suena lejos pero está a menos de 15 minutos paseando de Príncipe Pío y en una de esas escasas zonas de resistencia de Madrid donde el aparcamiento todavía es libre y a la hora de la sobremesa no tienes que preocuparte por salir a alimentar el parquímetro.

Es un local inmenso, cuentan que unos 1.000 m2, sobrio (sin leones dorados en la puerta), con un ligero olor a rancio y sembrado de mesas de todos los tamaños, entre ellas redondas giratorias, ya sabéis, el sueño de los grupos de gente que nos gusta picotear de todos los platos. Los manteles son de tela y las inmensas servilletas también… un derroche de elegancia sólo a la altura de su autodefinición como Alta Cocina Cantonesa. Cuentan que es uno de los restaurantes chinos favoritos del Estrellado David Muñoz, es más, alguna vez celebraron aquí su cena de navidad, así que algo tendrá el agua cuando la bendicen.

A la hora de la comida tienen buffet libre por unos 11 euros. En De Lima a Limón nos somos muy «flanes» de los buffets libres… pero hay que reconocer que parece una opción interesante. Nosotros fuimos a la hora de cenar y aunque el menú degustación de 20€ por cabeza nos parecía muy buena opción porque pruebas casi todos los platos, optamos por la opción responsable y por evitar las pesadillas en forma de din sum mutante y elegimos un par de platos de la carta para probar sin atiborrarnos.

Los dumplings de este sitio tienen fama, por ser caseros y por estar bien rellenos, así que pedimos unas empanadillas de carne vaporizadas y a la plancha que se les habían agotado, como sustituto optamos por las de gamba sin planchar (4,80€). Venían en su cestita de bambú, humeantes sobre una plancha de papel albal algo prescindible. Estaban deliciosas y efectivamente, super rellenas. Eso sí, la salsa de soja para mojarlas hubo que pedírsela.

El Fideo de arroz frito con curry (8€) tampoco se quedaba atrás, estaban duritos y bastante acompañados, gambones, setas, tortilla, trozos de panceta carbonizada… la ración era abundante. Y por último unas costillas asadas con salsa de ajo agripicante que fueron un poco decepción, eran fritas y grasosas y la salsa era, realmente, un adobo. Si nos hubieran vendido zorza china hubieran clavado la descripción.

De postre pedimos una leche de coco con tapioca que resultó ser una especie de sopa fría clarita con bolitas blancas gomosas. Suave y fresquita, perfecta para desengrasar las costillas.

La cena para dos más que suficiente, con un agua con gas la cuenta subió a 15€ por persona. Aunque más que para ir en pareja es un sitio ideal para ir en grupo, coger una de esas mesas redondas y probar absolutamente todo lo probable. En ese caso, se convertiría en un dos limas.

DON LAY: Paseo de Extremadura, 30. Madrid.


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THE BURGUER LAB… cebras y avestruces con forma de hamburguesa. (Madrid)

“Un hombre sin cultura es como una cebra sin rayas.” (Antiguo proverbio masai)

Hoy nos desplazamos al barrio de Malasaña de Madrid a comer hamburguesas rarunas. Estando en Malasaña, a un par de manzanas del Penta, en pleno corazón de La Movida Madrileña, recomendamos que escuchéis al maestro Antonio Vega.

The Burger Lab es un pequeño local moderno para modernos donde ofrecen hamburguesas de carnes raras como canguro, cebra, avestruz, caballo, jabalí o de tofu. Si te va la marcha y quieres tener algo que contar en la próxima reunión de amigos este es tu sitio.

Nos pedimos unas hamburguesas de cebra (servidor) y de avestruz (mi acompañante) que vinieron con una guarnición de patatas fritas de verdad y de bebida un par de refrescos en botella grande de 350 cc.

La de cebra estaba sublime, de sabor entre el caballo y la caza, pero más rosácea y acompañada de lechuga, cebolla caramelizada y queso provolone. La de avestruz era más grande y oscura, tipo pollo pero un pelín más amarga y con salsa de queso azul, que tapa un poco el sabor más fuerte de la carne. De canguro no les quedaba, así que para otro día.

The burguer lab

Las hamburguesas son grandes pero tal vez en las fotos parezcan enormes porque hemos aplicado el Método Kylie Minogue a la hora de hacer las fotos: Si le sacas sólo fotos desde abajo no parece un retaco.

El precio, 12 euros las hamburguesas con refresco y patatas por cabeza. Un pelín caro, pero insisto, son bastante grandes y un día es un día. También cada semana suelen tener una de promoción que suele ser de ternera, por 5 euros por si te quieres gastar un poco menos

La nota lima y media, ya que la presentación está cuidada y la comida es curiosa y divertida, aunque no dejan de ser hamburguesas con queso y tomate un poco más caras de lo habitual.

Consejo embidioso: Si tras comer carne de cebra esperabas que te salieran rayas en la piel o tras comer carne de kanguro esperabas salir saltando como yo, te equivocas completamente. No siempre, de lo que se come, se cría.

The Burger Lab, C/San Joaquín 5, Madrid <M> Tribunal

 


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LA MORDIDA DE FUENTES… buscando el Mejor Mexicano de Madrid #MMM

Empieza el 2014 y en De lima a Limón seguimos buscando el mejor mexicano de Madrid #MMM y hasta que no lo encontremos no vamos a parar. Esta vez fuimos al centro, entre Opera y la Puerta del sol, donde encontramos el mexicano que probamos hoy: La Mordida.

Este restaurantes pertenece a una franquicia que cuenta con 5 locales en Madrid y nosotros hoy optamos por visitar el que esta situado en la C/ Fuentes, 3Tengo que reconocer que no soy muy apasionada de las franquicias y siempre voy con ciertas reticencias, pero la recomendación de nachos es buena y llevaba mucho tiempo sin probarlos, así que no pude resistirme.

De entrada tiene una una decoración muy llamativa con pinturas en las paredes de escenas típicas y un mobiliario con colores muy saturados, al que no estamos muy acostumbrados por aquí, de esos que sólo puede quedar bien en un mexicano. Nos dejamos aconsejar por el camarero en la bebida y como queríamos cerveza rubia nos trajo autentica cerveza mexicana de las marcas Tecate y Modelo.

Para comer pedimos un menú típico  Texmex, y es que aunque por aquí lo que conocemos como comida mexicana, lo que encuentras en la Mordida no es más que una adaptación de la comida mexicana al paladar de los norteamericanos, caracterizada por sabores fuertes, con bastante picante y mucho chile. Principalmente, esta compuesto de fajitas, nachos, arroz y burritos todo ello acompañado de carne de vacuno, cerdo o pollo.

Asi que, al puro estilo “Texmex” pedimos para empezar unos nachos con guacamole que no defraudaron. Abundantes platos repletos nachos con queso fundido y guacamole fresco, lo siento, pero esa masa informe que venden en botes no puede ser considerada guacamole.

Y continuamos con más clásicos: Los tacos. Son tortitas de maiz o de trigo que rellenamos con estos 3 platos: Pollo flor, Plato Pastor, cochinita pibil. Los tacos de pollo flor me parecieron algo insípidos estaban hechos de daditos de pechuga de pollo con salsa de la flor de la calabaza y nata. El plato pastor y cochita pibil estaban buenísimos, de carne de cerdo mucho mas jugosa y combinada con cebolla morada o con cebolla y piña que daban una mezcla en boca de sabores picantes y dulces mucho mas apetecibles que el insulso pollo con nata. Eso sí, no pueden superar los tacos pastor del Tepic.

La cena nos costó 13,5 euros por persona lo que me parece una calidad/precio correcta. Aunque puedo concluir que no estuvimos en el #MMM, que no comimos nada excepcional y que seguiremos con la búsqueda ( más que nada porque nos encantan los mexicanos), pero La Mordida al menos si se merece una lima por los nachos y la cerveza autentica mexicana y medio limón por la saturada decoración.

La mordida: C/Fuentes, 3

http://www.lamordida.com/


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LA PEPITA… las mejores hamburguesas de Vigo.

Si decimos que hay una fiebre con las hamburguesas gourmet  no estamos descubriendo la pólvora. Sólo hay que ver que en el casi un año que llevamos abierto ya les hemos dedicado tres entradas, en Pozuelo, de espaguetis en Zaragoza,  o con sonido sesentero en el HD, por no hablar de la maravillosísima hamburguesa con provolone del Ateneo. Hoy continuamos con el tema y nos vamos a Vigo a probar La Pepita. Seguramente, uno de los sitios más de moda de la ciudad.

En plena crisis ver sitios a los que les va bien y están llenos a golpe de martes mola. La Pepita es uno de ellos, por norma general no reservan con lo cual, la única forma de garantizarte una hamburguesa es ir pronto. Puestos a tener cosas en cuenta, los lunes cierra.

Los diseñadores han hecho un muy buen trabajo con este sitio, desde la imagen corporativa que es muy chula a todo el diseño del local, una mezcla de maderas entre fabril, acogedor y diner a partes iguales, con sofás marrones y consignas de lata. El sitio no es muy grande pero está tan bien aprovechado que caben un montón de mesas, con el problema que esto conlleva, eres partícipe de las conversaciones del vecino.

Pero lo importante es lo importante, las hamburguesas. Tienen una carta bastante amplia con nombres exóticos: Laponia (Ese lugar de donde viene Papá Noel y al que todos deberíamos ir a trabajar en masa… o algo así), chaparrita, Rouge o la que yo pedí, Rianxeira (6,50€) de ternera, queso San Simón gratinado, cebolla roja, lechuga y panceta crujiente.  Dependiendo de cual sea puedes elegir entre 150 o 200 gramos.

Además de la carta, todos los meses tienen una especialidad, ahora está la Japo (Carne de buey de Kobe, mayonesa de teriyaki y setas Shiitake) y no pudimos resistirnos a pedirla, ni siquiera nos echaron atrás los 11,50 euracos que costaba. Ambas estaba muy buenas, no nos preguntaron por el punto de la carne, pero lo cierto es que la trajeron poco hecha así que tampoco es plan de ponerse picajosos. El pan era esponjoso y plagado de semillas de amapola.

Como acompañamiento pedimos unas patatas gruesas fritas con ketchup picante (que casi no picaba) y mayonesa de ajo asado realmente rica. El ajo asado triunfa y sino, mirad la entrada de Los Chuchis. Estaban muy buenas, fritas con piel otro elemento que triunfa, pero quizá estarían mejores si vinieran incluidas con la hamburguesa, al menos con las especialidades.

Las camareras fueron muy majas, lo necesitábamos y nos sirvieron muy rápido y cuando nos fuimos corriendo por la puerta con la amenaza de perder un tren nos recordaron que teníamos que volver para probar el Brownie de chocolate, parece que no siempre es así. El punto negativo fue el susto al ver la cuenta, dos hamburguesas, tres cocacolas y unas patatas fritas, 27,25 € un poco mucho, no nos vamos a engañar. Es verdad, que si no hubiéramos pedido la japo la cuenta se habría quedado en unos 10 euros por persona bastante razonables.

En resumen, probablemente, las hamburguesas más ricas de Vigo se merecen una lima y media, el precio y el hecho de que no tengan un menú del día… les da el medio limón.

LA PEPITA: Calle Oporto, 15. Vigo

http://www.lapepitaburgerbar.com/


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CAFETERÍA HD… Hamburguesas con sonido sesentero (Madrid)

En 1962 en la Calle Guzman el Bueno, justo enfrente de donde hoy está el Tierra de Burritos, se abrió una cafetería. De aquellas era normalita, tenía sus mesas de formica, sus sillas de cocina, su barra con espejos tintados… Y pasó el tiempo y los dueños tuvieron paciencia (No olvidemos que todo lo vintage pasa una época donde está horrorosamente anticuado) pero gracias a eso hoy tenemos un Diner a la española perfectamente conservado donde por no cambiar, no ha cambiado ni la música.

La música es, muy probablemente, lo que más me gusta del local. Una hamburguesa sabe mejor cuando suena Downtown de Petula Clark, o los Beach Boys, o Tom Jones… mover la cabeza mientras masticas, mola. Así que como la música es una fantástica compañía un punto positivo del HD es que es un lugar perfecto para comer sólo. Su plato estrella son las hamburguesas, tienen menú pero… comer menú en el HD, da penita.

El encargado del local es un fenómeno, además de una de esas personas competentes a las que les dices que tienes prisa, se lo toman en serio y cumplen con su palabra. Elegir hamburguesa no es cosa fácil, hay muchas con buena pinta, tardamos «tanto» que el encargado acabó diciéndonos que no hacía falta que nos aprendiéramos la carta de memoria, que tenía trabajadores que no se la sabían. Siempre se puede considerar una oportunidad de empleo 😉

Optamos por una ración de patatas fritas en aceite de oliva, que venían en un cartucho de papel, peladas pero poco, naturales y ricas(2,50€) una Eggburguer (8,80€) y una Grandburguer. Las hamburguesas son de dos tipos, normales, con su carne de buey, lechuga, tomate, cebolla y mahonesa más adiciones y las «world»  con guacamole, foie, pesto… Las world valen más (unos 10€) pero es cierto que tienen patatas incluídas con lo cual, la cuenta va a salir más o menos igual (carilla).

Estos chicos presumen de pan, cuentan que es artesanal y lo hacen con cerveza negra, nos lo creemos y la verdad es que está rico, aunque si hay que ponerle pegas, quizá sería que es un poco dulzón. Por la carne te preguntan como la quieres… y hasta cumplen!

La verdad es que están muy ricas, la cebolla crujiente mola y el cheddar crujiente (que viene a ser una loncha de queso que han dejado que se funda y refunda en el horno) es un inventazo. Embadurnar la hamburguesa en salsurrias es una pena y eso siempre es buena señal.

El problema es que una cocacola, más media de patatas, más la hamburguesa superó los 13€ y qué queréis que os diga… no deja de ser un bocadillo con 150 gramos de carne. Así que se llevan lima y media por el producto y medio limón por el precio.

Pd. si es la hora de merendar no os perdáis las tortitas, son buenísimas y sólo por 1,90€.


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LA MALQUERIDA… nachos y daikiris (Madrid)

Muy probablemente la Malquerida no gane nuestra categoría #MMM de Mejor Mexicano de Madrid pero es un clásico, que si no conocéis, debéis apuntar en vuestra lista de pendientes. La Malquerida juega en otra liga, la del copeteo con algo al medio para picar y ahí es invencible.

Está en una esquina de Ferraz y, aunque, abre todos los días de 7 de la tarde a 2 de la mañana, si pasáis por la puerta nunca parece que esté abierto. Las ventanas opacas, la puerta cerrada camuflan el ambientazo que siempre hay dentro.  Id pronto y, si podéis, reservad… desde que los martes son los nuevos viernes las mesas están imposibles.

Ya no recuerdo cuándo fue la primera vez que estuve en este lugar, sólo sé que llevaba poco en Madrid, y que nunca dejé de volver. La música es fantástica, el ambiente siempre es bueno y aunque hay mucha gente no es un lugar ruidoso, no sabéis cuántos puntos le da esto… pero sobre todo, lo más importante son los cócteles que hacen y los nachos!

Es verdad que no sólo hacen nachos, los martes hacen carnitas, los tacos tienen muy buena pinta… pero qué queréis que os diga, cuando una coge tradiciones, las tradiciones son sagradas. Y nuestra tradición consiste en tomar margaritas, daikiris de fresa y nachos.

Los cócteles son buenísimos, de esto debería hablaros Carlos Hidalgo, los sirven en vaso ancho grandote y no escatiman. Cuestan 6,50€ cada uno. Los daikiris los hacen con fruta de verdad, coco, maracuyá, fresas… y están fastidiadamente ricos. Los margaritas también tienen sabores, aunque si queréis una recomendación, iros al clásico de limón y tened cuidado, los margaritas los carga el diablo.

Los nachos cuestan menos de 7 euros y con una ración da para que dos personas cenen, sólo son aptos para queseros, tienen una cantidad de queso enorme, además, puedes elegir dos ingredientes más: champiñones, jamón, mole, guacamole, frijoles… o, para los más brutos, la versión con todo. Además de los agregados la ración trae pico de gallo.

Es un lugar para desconectar, entre otras cosas, porque apenas tiene cobertura. Con la pega de que no se puede pagar con tarjeta y con la ventaja de ser un mexicano lleno de mexicanos. Plan de tarde-noche perfecto, apto para citas, celebración de cumpleaños… y para los limoneros que no necesitamos excusas. Dos limas que se llevan.

 

LA MALQUERIDA: Calle Luisa Fernanda 27. Madrid.


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Hamburguesas de todo tipo en San Petersburgo (Zaragoza)

No hay grandeza donde faltan la sencillez, la bondad y la verdad”, Pierre Bezukhov, burgués y petersburgués, Guerra y Paz, (1869) León Tolstói.

Hoy nos vamos a un local mítico de hamburguesas de la zona heavy de la ciudad de los Héroes: Zaragoza. Antaño cuando Zaragoza no se había convertido aún en una ciudad de hipsters, gafapastas, ipads y carriles-bici, había una zona heavy, muy cercana a La City (Ciudad Universitaria), entre Corona de Aragón y Tomás Bretón, con una decena de bares donde el metal corría a raudales, y donde los peludos maños agitaban sus cabelleras al son de Guns’n’roses, Manowar, AC/DC o Metallica, mientras tragaban kalimocho. Allí, surgieron una serie de tugurios de bocadillos como El Patio de Fran o el San Petersburgo, donde poder llenar la barriga sin alejarte del sonido más puro. Para leer este post con la música adecuada, recomiendo a la banda autro-rusa de rock-ska Russkaja.

Siempre me ha gustado San Petersburgo, porque allí, es donde pasa la trama principal de una de mis novelas favoritas: Guerra y Paz, obra maestra de la literatura, culebrón zarista y campaña bélica, donde como mis ancestros, los hijos de la Madre Rusia rechazan ahora y siempre al invasor francés. Precisamente en francés está la principal decoración de la hamburguesería San Petersburgo, un mapa enmarcado del Royaume d’Aragón encargado para su majestad Philippe V de Bourbon, invasor y confiscador del autogobierno, aunque a diferencia de nuestros vecinos orientales, nosotros somos de quejarnos menos y comer y reír más. Cada vez que entro lo miro un instante y me voy derecho a la jugosa carta.

La carta del bar es estupenda porque tiene dos decenas de hamburguesas distintas y enormes con todo tipo de ingredientes para encargar. Puedes pedirla a tu gusto o una de las distintas nacionalidades allí presentes. La aragonesa, en lugar de carne picada usa carne de longaniza blanca, la navarra, usa carne de chistorra, la francesa queso bríe y mostaza y así. Sin embargo hay tres que me resultan una auténtica marranada sólo para los paladares más bizarros. La italiana es una hamburguesa, que aparte de la carne, lechuga, tomate y queso lleva espaguetis con tomate. Sí tal cual, y se salen por abajo cuando muerdes. La india lleva un par de cucharadetas de arroz y la mejicana, jalapeños, chile y Doritos ¡¡dentro de la hamburguesa!!.

¿En serio? ¡Sí en serio!. Espero que pronto incluyan la mallorquina con sobrasada y en lugar de panecillos, dos ensaimadas, y la asturiana, con fabes con chorizo entre pan y pan. La joya de la corona, eso sí, es la hamburguesa SanpeTRESburgo, una hamburguesa triple, sólo para gente con buena gana, que eso sí, en Aragón abundan.

De precio fenomenal, las hamburguesas enormes varían entre 5 y 10 euros y hay una gran variedad. La nota que le pongo, si pides cualquiera aparte de las tres destacadas una lima como la de limar barrotes. Si pides alguna de las tres más gansas, dos limones como dos soles. No se puede mezclar el tocino con el speed, ni tampoco cualquier cosa con una hamburguesa.

Hamburguesería San Petersburgo, C/ San Antonio María Claret, 47-49 <T> Fernando el Católico-Goya, Zaragoza

Consejo embidioso: Aragón tierra de vinos, con cuatro denominaciones y todo lo que quieras, pero si estás en Zaragoza prueba la cerveza local y no oses negar que es la mejor del mundo que hayas probado en la vida. Los nativos te lo agradecerán.